El australiano Daniel Ricciardo ganó el Gran Premio de Malasia, la 16° carrera de la temporada, por delante de su compañero holandés Max Verstappen y así Red Bullo obtuvo el doblete, mientras que el alemán Nico Rosberg (Mercedes) finalizó tercero y amplió la ventaja en la punta del campeonato, al beneficiarse del abandono de su compañero y rival inglés Lewis Hamilton.
Rosberg, que sufrió un accidente en la salida y tuvo que remontar posiciones, se aprovechó del abandono de Hamilton, que, tras salir desde la pole, quemó su motor a falta de quince vueltas para el final de una carrera.
Rosberg lidera el Mundial con 288 puntos, 23 más que Hamilton y con 84 de ventaja sobre Ricciardo, tercero en un campeonato en el que Red Bull evitó, por segunda vez en quince carreras, una nueva victoria de las Flecha de Plata.
La carrera comenzó con un Hamilton que largó sin problemas desde la pole, todo lo contrario que Rosberg, a quien su compatriota Vettel (Ferrari) -que abandonó tras el accidente- complicó seriamente la carrera al embestirlo en la primera curva. Con ambos Red Bull saliendo desde la segunda fila, Vettel, que había superado a Ricciardo, arriesgó demasiado al intentar superar a Verstappen. Chocó con Rosberg, que dio un trompo y bajó hasta el 21° puesto de una prueba que afrontaba desde el segundo y que se le complicó en pocos segundos.
En tan sólo tres vueltas,el español Alonso ya rodaba en puestos de puntos, cuando Hamilton lideraba por delante de Ricciardo y Verstappen, con el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) cuarto -puesto en el que acabó-, por delante del mexicano Sergio Pérez (Force India), que concluyó la carrera en el sexto puesto.
Alonso ya era noveno en la sexta, en la que Rosberg regresaba a zona de anotación tras pasar a Carlos Sainz (Toro Rosso), que se quedó por poco fuera de los puntos en Malasia, al acabar undécimo.
Ricciardo, que ganó con dos paradas -las mismas que hizo Pérez-, tomó fugazmente el liderato en la vuelta 21, al parar Hamilton y Raikkonen, y se lo cedió a Verstappen dos vueltas más adelante.
A falta de quince para el final, a Hamilton se le quemó el motor del auto. "Mercedes ha construido 43 motores y sólo se rompen los míos", dijo el excéntrico campeón inglés. Así, Ricciardo tomó la punta y no la largó más.
Al final, el simpático piloto de Perth pudo festejar en la ceremonia del podio en la que volvió a beber el champagne que se sirvió en una de las botas de las que se había despojado previamente.
Que también sirvió de vaso para los tragos que ofreció después a Verstappen, a Rosberg. La próxima carrera se disputará el fin de semana que viene en el circuito de Suzuka, sede del Gran Premio de Japón.