Muchas veces los errores y los malos partidos se toman como aprendizaje para el futuro, y ese fue el caso de Tomás Etcheverry (29º del ranking ATP) quien cayó en la tercera ronda de Roland Garros ante Casper Ruud (7º) por 6-4, 1-6, 6-2 y 6-2.

Un encuentro que fue una completa montaña rusa de tenis para ambos. Si bien al principio el finalista del certamen parisino 2022 y 2023 comenzó con el pie derecho, acertando muchos golpes y sin darle posibilidades al argentino; no fue así en la segunda manga donde desapareció completamente.

La labor de Etcheverry se ejecutó correctamente para estirar el encuentro a, por lo menos, cuatro sets. Sin embargo, esos dos parciales restantes fueron dominadas de principio a fin por Ruud, quien relució su mejor nivel e impuso su jerarquía en la Suzanne Lenglen.

De esta manera, el argentino no pudo defender los puntos conseguidos en la edición pasada, donde llegó a los cuartos de final para caer ante Alexander Zverev (4º). Por consecuente, descenderá al menos dos escalones en la clasificación mundial.

Sin embargo no hay que ver solo el mal resultado. Logró hacer una buena actuación en un Grand Slam, le sacó un set al número siete del mundo, dos veces finalista y sigue agarrando ritmo ante los mejores para una carrera que le queda mucho por delante. Además cierra hasta esta casi mitad de temporada, un récord de 17-9 en arcilla.

Por el lado de Ruud, el noruego sigue por el buen camino hacia una nueva final en París. En estas últimas tres ediciones acumula un total de 15 victorias en 17 partidos disputados. Solo cayó en la final del 2022 y 2023 ante Rafael Nadal y Novak Djokovic, respectivamente.

Ahora tendrá una dura tarea por delante como lo es el norteamericano Taylor Fritz (12º), con quien posee un historial de 2-0 a su favor, aunque ninguno de esos dos fueron en polvo de ladrillo.