"Si se hace la transferencia voy a cumplir un sueño tanto mío como de mi viejo, que es hincha de Boca. No veo la hora de estar en Casa Amarilla y conocer a mis nuevos compañeros". Así expresaba Fernando Tobio toda su felicidad cuando su pase a Boca tomaba fuerza y pasaba a ser sólo una cuestión de horas. Tal era así que a los dos días de hacer esas declaraciones, el defensor pasaba por una clínica porteña para realizarse la revisión médica.
Y aunque superó los estudios sin complejidad alguna, el zaguero nunca apareció en los entrenamientos cuando el Xeneize retornó de su pretemporada en Miami. Esto comenzó a llamar la atención de más de uno, que esperaba verlo junto a sus nuevos compañeros luchando por el lugar que dejaron vacante las salidas de Marco Torsiglieri (rescindió su vínculo y seguirá jugando en el Morelia de México) y Guillermo Burdisso (terminó su contrato y se fue al León, también de México).
Pero puertas adentro sabían lo que pasaba (incluso en la conferencia que hoy brindó Rodolfo Arruabarrena, supo reconocer que "están todavía negociando con el Palmeiras situaciones no tanto económicas sino algunos puntos"). ¿Qué había sucedido? A último momento, la institución brasileña intento imponer una cláusula de de venta directa ante cualquier oferta que surgiera y desde La Ribera no estaban dispuestos a aceptarla.
Lo cierto es que esto se solucionó en las últimas horas y el central surgido de Vélez pasó hoy por las instalaciones del club xeneize y finalmente puso sellar su firma en un contrato que lo une por un año a préstamo con Boca.
Mientras se espera que en las próximas horas siga sus pasos Carlitos Tevez, Tobio ya se sumará mañana mismo a los trabajos bajo las órdenes del Vasco.