Corrían 27 minutos del segundo tiempo cuando el Tata Martino tomó la decisión: afuera Angelito Di María y adentro Federico Mancuello, quien ingresaba para hacer su debut en la Selección argentina. Y la estrella de Independiente necesitó apenas un cuarto de hora para mostrar sus credenciales a nivel Mundial, y desatar un grito que viajó desde Washington hasta Avellaneda.
Tiro libre desde la izquierda, poco ángulo y Lavezzi parado frente a la pelota. Pero Mancu tiró la timidez por la ventana y pidió la bocha, esa misma que segundos después voló por arriba del arquero y se coló contra la red. Golazo para el 2-0 definitivo y una perlita que sirvió para darle valor a un amistoso muy pobre. "Fue un debut soñado, sigo festejando mi cumpleaños, je", expresó Mancu tras el encuentro. Y el Tata Martino también lo elogió: "Fue una gran alegría para todo el vestuario que haya convertido un gol”.