Luego de recorrer las calles principales de Azul arriba de una autobomba, y de saludar a la multitud que le dio la bienvenida, Federico Delbonis habló en el Municipio de su ciudad natal. "La verdad que no lo imaginaba ni en los mejores sueños. Hoy vine acá, a la ciudad que me vio crecer en todo sentido, en lo humano y lo deportivo, y que me reciban así es muy emotivo", dijo.
Cuando le consultaron por sus sensaciones previas al partido decisivo, contestó: "Tenía un miedo terrible por la situación. Me tocaba enfrentar una parada muy dura y traté de tomarlo como un partido de tenis. Le estoy a gradecido a Juan Martín por dejarme jugar ese quinto punto y aportar mi granito de arena. Jugué con el corazón y no me queda otra que agradecer la entrega del equipo".
Quien fuera uno de los héroes frente a Croacia también fue consultado sobre la importancia del grupo para lograr este título que tanto le costó a Argentina. "Hicimos un gran trabajo. Ya sé que pasaron muchas finales y se habló mucho, pero no quisimos meternos en eso y nos enfocamos en hacer nuestro trabajo: adaptarnos en la cancha, entrenarnos y estar al 100%. Sabíamos que alguna vez te puede tocar, esto es un equipo y no hay nadie más importante que el otro. Un solo jugador no puede ganar la Copa Davis", sostuvo.
"En el partido que jugó Juan Martín, por momentos, pensé lo peor. Poco a poco vi que Delpo empezó a jugar mejor, soltó su derecha, y cuando ganó el cuarto set me fui al vestuario con mi entrenador para relajar las piernas. No lo pude hacer porque los chicos que estaban viendo el partido por tele en la sala de jugadores no paraban de gritar y no me podía relajar. Cuando ganó me puse contento y un poco más nervioso que de costumbre por la situación que me tocaba vivir", concluyó.
<b>Más frases de Federico Delbonis:</b>
"Me quedé helado con tanta cantidad de gente y le voy a estar infinitamente agradecido al pueblo de Azul".
"Quiero que se tome este triunfo como propio del tenis nacional, y del deporte argentino. Mi vida va a cambiar en lo deportivo pero voy a seguir siendo el mismo de siempre. No soy un extraterrestre, hago lo mismo que cualquiera".
"En ningún momento noté que Karlovic se entregara. El tiene el mejor saque del mundo y de la historia, por los aces y la velocidad. Por más que esté jugando mal de fondo, sabía que era difícil quebrarle. Hasta el match point no pude relajarme, pero cuando estaba a punto de cerrarlo me puse un poco contento".
"Tengo un grupo de personas atrás mío que me ayudan en todo lo relacionado a lo mental, físico, tenístico y nutricional. Sabía que la circunstancia era muy grande y no me podía dejar asustar o bloquear por eso. Lo tomé como un partido de tenis y pensé en cada punto que jugué".
"Se creó una mística que viene desde principios del año pasado, desde la serie con Brasil. Es un legado de valores que queremos dejar, que muchas veces están pero los resultados, no".