Roger Federer tiene 35 años y 17 Grand Slam, pero también el hambre de gloria de un joven que recién da sus primeros pasos en el tenis mundial. Por eso, tras seis meses de inactividad por una lesión en la rodilla, el suizo se convirtió en la gran sensación del Abierto de Australia, que sufrió las prontas eliminaciones de Andy Murray (N°1) y Novak Djokovic (N°2). ¿Podrá RF aprovechar este panorama para volver a conquistar un torneo grande después de cinco años? Es difícil responder, sólo se puede afirmar que no tiene un camino fácil.
Luego de vencer al siempre complicado Kei Nishikori (N°5) en cinco sets, Federer se enfrentará en cuartos de final contra la gran revelación del certamen: Mischa Zverev, de 29 años y N° 50 del mundo, quien fue el verdugo de Murray en la rueda anterior. Para poder vencer al escocés, el alemán tuvo que completar un partido perfecto: ¿podrá repetir eso ante el suizo, que le ganó en las dos oportunidades que se enfrentaron?
Si Roger logra avanzar a semifinales, deberá enfrentarse con el ganador del duelo entre el suizo Stan Wawrinka y el francés Jo-Wilfried Tsonga. Pese al difícil cuadro que le toca (y eso que aún no hablamos de la final), el ganador de 17 GS cree tener chances. "Me siento optimista sobre mis posibilidades. Pero esta noche fue especial (por el triunfo sobre el japonés), sin dudas. Llegar a cinco sets contra Kei en el Rod Laver Arena (...) es definitivamente muy especial", opinó después del partido.
¿Y si llega a la final? El rival puede salir de estos jugadores que alcanzaron los cuartos de final de la otra llave: David Goffin vs. Grigor Dimitrov (primer cruce) y Milos Raonic vs. Rafa Nadal. Con este cuadro, muchos se ilusionan con volver a ver una definición entre el suizo y el español, un duelo que alimentó los mejores momentos del tenis en los últimos años.
"El tenis quiere ese partido, seguro. Sería una historia muy bonita, sería una vuelta a ese derby, a ese Barcelona-Real Madrid. Es uno de esos partidos que los aficionados recuerdan siempre", opinó Carlos Moyá. "Llevan ya un par de años sin enfrentarse y la gente lo echa de menos porque no van a ver muchos más. Sería muy bonito que fuera en una final y ojalá que sea aquí", explicó el ex N°1 del mundo.
Nadal y Federer, que suman entre ambos 31 títulos de Grand Slam, son protagonistas de una de las grandes rivalidades de la historia del tenis y del deporte. En total se midieron en 34 ocasiones (23-11 a favor de Nadal), con duelos que quedaron para la posteridad de este deporte, como la final de Wimbledon 2008 o la de Australia 2009.
El español y el suizo jugaron ocho finales de Grand Slam, pero la última fue hace ya casi seis años, en Roland Garros 2011. Desde entonces se cruzaron en nueve ocasiones, la última en octubre de 2015 en Basilea.
Los dos ex números uno vivieron un 2016 complicado con lesiones y tuvieron que poner fin a su temporada de forma prematura, el suizo en julio y el español en octubre. Federer llegó a Melbourne como el décimo séptimo del ranking y Nadal como el noveno, pero ambos mostraron que están de nuevo a un gran nivel.