La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aclaró que la explosión de un dron cerca de la Embajada de Israel en Buenos Aires fue producto de la "impudencia de un usuario particular".
"Se confirmó que no se trató de un ataque, sino de la imprudencia de un usuario particular. La investigación continúa para esclarecer lo sucedido", indicó Bullrich desde sus redes sociales.
A su vez, la titular la cartera indicó que "la investigación continúa para esclarecer lo sucedido" en el perímetro de la sede diplomática israelí, ubicada en la avenida de Mayo al 700, de la ciudad de Buenos Aires.
La primera hipótesis a la que se aferraron las fuerzas de seguridad se orientaron a saber si el artefacto tecnológico estaba abocado a la toma de imágenes o alguna actividad vinculada a la embajada.
Tras el hecho, Bullrich se acercó al lugar con varios colaboradores y se fotografió con el embajador de Israel en la Argentina, Eyal Sela, con el objetivo de ponerle paños fríos a la situación.
El hecho ocurrió en la intersección de Avenida de Mayo y Chacabuco, donde se movilizó la Policía Federal Argentina junto a otras fuerzas que trabajaron en el lugar para determinar la procedencia del objeto. Por cuestiones de seguridad, se decidió cortar parcialmente las calles alrededor de la embajada.
Según indica Infobae, el drone se encontraba sobrevolando la zona, pero se desplomó debido a una falla que hizo que se prendiera fuego. El proceso ígneo, no obstante, fue extinguido antes de que arribaran los agentes.
La primera tarea fue averiguar qué hacía el drone en la zona. La principal sospecha fue que estaba realizando tareas de espionaje, como la toma de fotografías. Sin embargo, también buscaban descartar la sospecha de que estuviera llevando a cabo alguna acción que comprometa al edificio.
Pasadas las 14 horas el drone todavía se encontraba en el asfalto. La zona en donde se cayó fue delimitada y restringida con cintas hasta el fin de las tareas allí.
Luego de más de una hora de trabajos, finalmente Bullrich confirmó que simplemente se trató de la imprudencia de un usuario particular.