Estudiantes de Concordia podría no continuar en la Liga Nacional de Básquet. Según la nota de el Diario El Sol, de esa ciudad, hay rumores cada vez más fuertes sobre la posible venta de la plaza en la máxima categoría nacional.
Argentino de Junin, Ferro y Quilmes, son otros conjuntos que estarían en las mismas condiciones del Verde y así la liga sufriría varias bajas para su próxima edición.
Los números no dan dicen desde adentro de la dirigencia y generó preocupacion en la ciudad que vio finalista al equipo en la Liga Sudamericana y cuarto en la Liga de las Américas. A continuación reproducimos la publicación del medio concordiense:
<b>Estudiantes: ¿De la gloria a un cartel de "se vende"?</b>
Pasó una nueva Liga Nacional para Estudiantes y sin duda que valoramos lo que ha hecho el equipo no solo ahora, sino en todo este tiempo. Pero, creemos que igualmente hay que hacerse una pregunta: ¿Realmente todos valoramos lo que ha hecho el equipo?. Es una pregunta de muy larga respuesta o un análisis más exhaustivo.
Y esta pregunta surge ahora, hoy, porque los rumores son cada vez más grandes sobre que Estudiantes estaría pensando en vender la plaza, porque los números no dan, la inflación opera de manera cruel y ni hablemos de los contratos de los extranjeros que se pagan en dólares, donde el futuro es totalmente incierto y quien sabe cuánto se puede llegar a terminar pagando, lo que obviamente escaparía de las manos de la dirigencia verde.
Y en la pregunta que nos hacemos están varios actores, muchos principales. Comenzando por los sponsor, por los empresarios. Si bien es cierto Estudiantes tuvo el apoyo de empresas importantes, también es cierto que hubo otras, de no menor importancia, que no estuvieron. Sino, volvemos a las primeras palabras de Enrique Agosti, uno de los hombres más fuertes en sostener a Estudiantes, cuando se hizo la presentación del entrenador y del equipo en esta temporada, cuando nos dijo que "lamentablemente tenemos menos apoyo que el año pasado".
Y por delante estaba la Liga Sudamericana, que el Verde jugó por primera vez en su historia, y luego vendría la Liga de las Américas, aunque ésta vino de la mano de la fenomenal actuación en aquella. Lo cierto es que esa merma de apoyo que sufrió Estudiantes, llevada a números es realmente importante, de mucho dinero y necesario. Por si fuera poco, el Gigante ya no lució lleno en todos los partidos, como ocurrió en un primer momento, quizá en los dos primeros años, y sólo en los partidos importantes que jugó Estudiantes, llámese playoffs e instancias decisivas de la Liga Sudamericana, como bien pudieron haber sido las finales ante Guaros de Lara, en su momento.
Y a pesar de que, con buen tino, la dirigencia no tenía como realmente vital dentro del presupuesto el llenar o no la cancha, sino que se valían de los sponsors, de lo que podía aportar el Gobierno y demás. Y cerraban ese presupuesto, traían (y siempre trajeron) a jugadores con el compromiso que lo que se arreglaba era lo que se podía pagar, no se animaban a cometer una sola locura por más buen jugador que sea.
Claro que tuvieron un plus, que fue Hernán Laginestra y su gran ojo para traer jugadores que aquí eran desconocidos y hacerlos saltar poco menos que al estrellato, sino veamos: Joseph Boom, Lee Roberts, Reynaldo García, Dar Tucker, Justiz Ferrer fueron jugadores superlativos, que alcanzaron un nivel realmente impresionante con el Verde y terminaron fichando para otros equipos, por más dinero, obviamente, y allí Estudiantes no podía hacer ninguna fuerza ante las cifras manejadas.
Boom y Roberts fueron directamente ídolos, porque se metieron a la gente en el bolsillo. García se fue bastante mal y la dirigencia quedó desilusionada con él, porque tras bancársele la enfermedad que tuvo (Dengue), ni bien se curó se fue a San Martin de Corrientes. Con Tucker y Ferrer no se pudo hacer nada porque apareció San Lorenzo son su poder de persuasión monetaria.
Pero, en este comentario lo que queremos significar es que los empresarios, el gobierno, la misma Municipalidad abran los ojos, de que Estudiantes piensa en vender la plaza. ¿Es justo que así, de un portazo, de un pestañeo, se tire todo lo hecho y se disuelva un grupo que a Concordia le dio grandes satisfacciones?. ¿Dejarán todos que suceda así de fácil?.
La Municipalidad, por ejemplo, se ha enrojecido las manos aplaudiendo y de hecho ha tenido para con Estudiantes homenajes por lo que ha sido representando a Concordia a nivel nacional e internacional. Y ahora pueden llegar a tener la mejor "platea" para ver cómo todo se desmorona. Aunque también puede tener una llave importante para destrabar parte de la historia y hacer que el Verde pueda seguir jugando.
Y también deberían aparecer más empresarios para decir "esto es Concordia" y que nuevos comercios y empresas aparezcan diciendo "no puede terminarse esto así nomás", y sumar. Claro, nosotros lo decimos desde aquí, porque nos imaginamos que también comercios y empresas están sufriendo esta opaca economía nacional donde todo sube, hay que trasladar todo a los precios y la gente en lugar de entrar a comprar pasa de largo, o bien compra muy poco.
Pero lo decimos desde el punto de vista de Concordia, de que no se termine tan rápido lo que construyó Estudiantes, lo que le costó llegar a donde está y tener en el patio de nuestra casa el básquetbol de primer nivel de nuestro país, con jugadores estupendos, en muchos casos de selección en el piso deportivo de Estudiantes. Además, lo decimos mirando a otras ciudades donde todos, empresarios, comercios, municipalidad, y la misma gente, tiene otro sentido de pertenencia y defienden a ultranza lo que es de la ciudad, y la potencian de ser posible.
Si algún hincha se está "desayunando" con esta posibilidad de vender la plaza, seguramente se está agarrando de los pelos y puede quedar sumergido en una gran tristeza. Es que es indudable que se ha hecho costumbre que la gente vaya a la cancha, incluso muchos tomándolo como una salida sea entre semana o fin de semana, adosándole a ello una ida a cenar después, por ejemplo, como para hacerla más completa. Pero lo cierto es que es la gente que va a la cancha siente mucho a este deporte y muchos, obvio, sienten la camiseta como propia. Muchos que ya venían de siempre, y otros que se han ido sumando, se fueron haciendo fanáticos del equipo. A ellos les costará mucho más digerir la noticia de no estar más en primera, de concretarse el hecho en sí.
Desde el punto de vista de los dirigentes, nada que reprocharles porque jamás tuvieron un problema y si lo tuvieron alguna vez fue por pagar multas por actitudes de algunos hinchas. Pero, insistimos, siempre pagaron lo que se podía y no hicieron arreglos en vano, ni desmedidos. Enrique Agosti siempre fue la cara visible, y uno de los que junto a su hermano empujó el proyecto. "Yoyi" Siebzehner también está incluso desde aquella primera hora en el 86, y es el "negociador" férreo que tuvo la comisión. Pablo Di Biase se sumó también con su empresa y aportó mucha logística, y el estar siempre, como todos.
Todos, nos animamos a decir, también en algún momento habrán puesto plata de su bolsillo para solucionar tal o cual tema, por mínimo que sea. Pero son los que tienen el poder, de decisión y también el manejar la economía del club.
Pero junto a ellos hay un grupo de gente que mostró ser idónea para afrontar y llevar adelante esta incursión en primera división, sin tocar absolutamente nada ateniente a la institución, ya que el básquetbol se manejó en forma independiente, con esa llamada Subcomisión de Básquetbol Profesional. Y quizá, haciendo la fácil, ellos podrían abrirse y entregarle al club la posibilidad de que siga, aun a sabiendas de que es imposible que la institución pueda hacer frente a ello. Entonces deciden tomar ellos las decisiones, aunque la principal, la que ronda como un rumor importante, todavía no la tomaron.
Muchos que realmente pueden, que tienen llegada y también justamente poder, sobre todo económico, están a tiempo para poder frenarlo y seguir disfrutando el mejor básquet en la ciudad, pero fundamentalmente apuntalando a un equipo que se brindó todo y consiguió cosas realmente históricas. Y si se toma la decisión de no seguir, puede transformarse en equipo golondrina, nada más, ni nada menos.