Juan Sebastián Verón está listo para establecer un nuevo récord para el fútbol argentino. Las chances de que eso se concrete esta noche, cuando su Estudiantes debute en la edición 2017 de la Copa Libertadores ante Botafogo, en Río de Janeiro, parecían complicarse anoche en medio de complejas discusiones e interpretaciones reglamentarias. Pero si no es hoy será en esta fase de grupos cuando la Brujita se convierta, con 42 años, en el jugador argentino más veterano y uno de los más viejitos de la historia de la competición.
Desde ya que la posibilidad de que el presidente-jugador-símbolo de Estudiantes sea de la partida se convirtió, por peso propio, en el eje de la presentación de Estudiantes en la noche carioca. La Brujita viajó a Brasil y está a disposición del técnico Nelson Vivas, aun cuando su habilitación está supeditada a que la Conmebol acepte una presentación interpuesta por el club. La dirigencia sudamericana se comprometió a entregar una respuesta durante el día de hoy.
Más allá de que Vivas no tenía decidido si lo incluiría como titular, con un minuto en cancha Verón superará la marca de Hugo Orlando Gatti (41 años) y Amadeo Carrizo (40).
"La decisión está tomada", afirmó Vivas. Y agregó: "El partido ya lo hemos trabajado. Siempre el día del partido definimos la planilla. Sabemos que en algún pasaje del partido nos puede dar algo de su talento y experiencia". Parece claro que Vivas lo piensa de suplente, aunque la inhabilitación complicaba esos planes.
"Botafogo viene jugando bien, será un partido difícil", dijo Verón apenas llegó a Río de Janeiro. Pero su presencia seguía complicada anoche por una sanción de 2011. La Bruja jugó su último partido internacional el 6 de septiembre ante Arsenal por la Copa Sudamericana. Tras el partido y la eliminación pincha hubo fuertes protestas contra el árbitro Pablo Lunati, quien informó a Verón y a tres jugadores más. Luego, la Conmebol lo suspendió por tres fechas, pero no cumplió la sanción ya que Estudiantes no jugó volvió a jugar internacionalmente hasta 2014 y Verón ya no estaba en el plantel. El artículo 116, inciso c2, del Reglamento disciplinario de la Conmebol dice la que las sanciones prescriben "a los seis años para suspensiones de dos a seis partidos". Es decir, en septiembre de 2017. Pero en febrero de 2016, la Conmebol, por el Centenario de la entidad, redujo las penas en un 50 por ciento. Además, en el mismo reglamento, el artículo 7 dice que las infracciones registradas en el campo de juego o sus inmediaciones prescriben al año. En Estudiantes tuvieron este dato en cuenta para sostener que si la sanción se reduce a un partido podría prescribir. En ese sentido Mario Zavala, de la Unidad Disciplinaria de Conmebol, aclaró ayer de tarde que el jugador no está en regla para hacerlo. "Hay un vacío legal", se ilusionan sin embargo en el club.
Hoy se conocerá el final de la historia. Pero si no es ahora será en breve: Verón volverá a jugar la Copa y agigantará su leyenda.