Barcelona, con Lionel Messi como capitán, goleó este jueves 3 a 0 al Celta de Vigo en la cuarta fecha de La Liga de España. Fue un gran partido del crack rosarino, que provocó el segundo gol (que Lucas Olaza marcó en contra) y desplegó un nivel muy alto, digno de su categoría. Ansu Fati, otra de las figuras del plantel, fue el encargado de anotar el primer tanto del triunfo culé, que no ganaba en el estadio de Balaídos desde 2015. Sergi Roberto metió el tercero sobre la hora.

El encuentro se jugó a puertas cerradas para el público a raíz de la pandemia de coronavirus, en el estadio de Balaídos, de la ciudad de Vigo, y bajo una intensa lluvia. El Barça tuvo que afrontar gran parte del duelo con un hombre menos, ya que el francés Clément Lenglet fue expulsado a los 42 minutos del primer tiempo, por doble amonestación.

Ansu Fati, que venía de anotar dos tantos en la goleada ante el Villarreal, señaló el camino a los 11 minutos con una definición a pura categoría. El jugador de 17 años demuestra partido a partido que su nivel es algo muy serio.

Sobre el final del primer tiempo el equipo de Koeman se encontró con un problema. Lenglet vio la roja. El entrenador sacó a Griezmann y mandó a la cancha al uruguayo Ronald Araújo para rearmar la defensa.

Todo indicaba que iba a ser un segundo tiempo complejo para Barcelona. Pero Messi, a puro talento, armó una gran jugada a los cinco minutos. Jugada que terminó con un gol en contra de Olaza para poner el 2-0. Leo (a quien luego le anularon un gol por fuera de juego) le dio al Culé la tranquilidad que necesitaba.

Celta fue por el descuento. Estuvo cerca, pero no lo logró. De hecho, el Barça encontró el tercer gol de la noche en el último minuto del partido. Sergi Roberto, a los 49, fue el encargado de ponerle punto final a la goleada en Balaídos.

El equipo catalán acumula dos triunfos en dos partidos en la actual edición de La Liga. El domingo ya había goleado 4 a 0 al Villarreal en el debut en el campeonato, donde también hubo grandes actuaciones de Messi y Ansu Fati.

Los buenos resultados alimentan al plantel catalán. De hecho, poco a poco empiezan a queda atrás las desavenencias entre el crack rosarino y el entrenador, tras su frustrada partida del club y luego por la salida del equipo del goleador uruguayo Luis Suárez.

El entrenador neerlandés citó nuevamente al defensor cordobés Santiago Ramos Mingo, surgido de Boca Juniors, y ocupó un lugar entre los suplentes, como sucedió ante el Villarreal.