La intensidad de la Copa Libertadores a menudo desata situaciones extremas, y la previa del partido de vuelta entre River Plate y Atlético Mineiro no fue la excepción. Este martes, el clima se tornó tenso en Buenos Aires con dos incidentes significativos que involucraron a la hinchada brasileña y a la Policía de la Ciudad, generando confusión y preocupación.

El primer episodio ocurrió cuando tres personas fueron detenidas por arrojar piedras a los micros que trasladaban a los hinchas de Atlético Mineiro. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero la situación obligó a las autoridades a aumentar la seguridad en la zona. Dos de los detenidos fueron arrestados en la avenida Libertador y Roosevelt, mientras que el tercero fue capturado en el cruce con Monroe.

A raíz de este ataque, la Policía de la Ciudad tuvo que reforzar el operativo de seguridad para asegurar el traslado del resto de la hinchada brasileña, que se encontraba concentrada en el barrio de Puerto Madero. Sin embargo, el problema no se limitó a los aficionados, ya que el micro del plantel de Atlético Mineiro, que estaba hospedado en el hotel Marriott sobre la avenida 9 de Julio, también enfrentó demoras significativas.

El personal de seguridad del club y los dirigentes tuvieron que discutir con la Policía para resolver la situación, que incluyó la formación de una barricada que impidió que el micro saliera del hotel hacia el estadio Monumental. Finalmente, después de unos 15 minutos de retraso y la intervención del presidente de Atlético Mineiro, Sergio Coelho, quien salió a hablar con los efectivos, el plantel pudo iniciar su viaje.

No obstante, la odisea no terminó ahí. A pocas cuadras del hotel, los micros volvieron a ser detenidos en la zona de la plaza San Martín, lo que provocó la frustración del presidente Coelho. “Sin seguridad, no hay partido”, advirtió, enfatizando la preocupación de los dirigentes sobre la seguridad del equipo y sus seguidores.