Después de muchas idas y venidas e incluso de disputar su partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, River logró cerrar la llegada de Nicolás de la Cruz, el sexto refuerzo en este mercado de pases. La entidad de Núñez adquirirá el 30% de su pase a cambio de tres millones de dólares. La mala noticia es que no podrá jugar los cuartos de final ante Jorge Wilstermann.

A pesar de este desfasaje de tiempos, Marcelo Gallardo insistió en su contratación, consciente de que el volante de 20 años puede aportarle características similares a las de Gonzalo Martínez, únicas en este plantel. Además puede suplir la salida de Sebastián Driussi, por su verticalidad y su llegada al gol.

De la Cruz es medio hermano de Carlos Sánchez, quien tuvo un reciente paso glorioso por River y le contagió su amor por los colores. Por eso, el ahora ex-Liverpool nunca ocultó su deseo de calzarse la banda roja, que por su cercanía con Montevideo le permitirá vivir el inminente nacimiento de su primer hijo.

El volante ofensivo que fuera figura y capitán del Sub-20 de Uruguay en el último Mundial Sub-20 (la Celeste terminó en cuarta posición) ocupa plaza de extranjero, pero eso no sería un problema porque la AFA está a punto de permitir un quinto extranjero por plantel. Además, a Arturo Mina le siguen buscando una salida.

En el plano internacional, como River ya hizo los seis cambios posibles en la lista de la Copa Libertadores (con sus otro cinco refuerzos, Javier Pinola, Germán Lux, Ignacio Scocco, Enzo Pérez y Rafael Santos Borré más el regreso de Alexandre Barboza), De la Cruz recién podría incorporarse en semifinales, si el Millonario logra pasar a Jorge Wilstermann.