Los festejos por la histórica medalla de oro en los Panamericanos de Toronto duraron varios días, pero los jugadores de la Selección ahora cambiaron el chip y retomaron los entrenamientos en el Cenard, enfocados en el próximo objetivo en un año cargado de actividad: la Copa del Mundo a realizarse en Japón del 8 al 23 de septiembre. El equipo de Julio Velasco va a tratar de quedarse con uno de los dos boletos a Río 2016 que pone en juego el torneo.

El plantel capitaneado por Javier Filardi antes va a partir el 24 de agosto a Italia para enfrentar al seleccionado local en dos amistosos (el primero será en Trento y el otro se jugará en Verona). Luego lo esperan tres partidos de preparación en Osaka (viajan el 31): con Blazers, Polonia y Australia. La delegación llegará el 6 a Hamamatsu para el debut del 8 ante Irán, tendrá la segunda ronda en Toyama desde el 16 y cerrará con la tercera en Tokio a partir del 21.

Velasco tiene claro cómo encarar esta etapa de trabajo, después de ganar los Panamericanos y con la misión de estar en Río: "Los resultados positivos aceleran el proceso de crecimiento. Los jugadores creen más en lo que se hace. La autoestima sube mucho. Pero es buena si no se transforma en grande. Cuesta mantener el equilibrio. Hay que hablar mucho porque los chicos son jóvenes". A no dormirse en los laureles y buscar la clasificación olímpica.