De a poco, las canchas empiezan a tener otro color en las tribunas. Las banderas nunca faltaron, con algunas excepciones. No obstante, los hinchas empiezan a cubrir ese vacío que fue imposible de llenar durante la pandemia. Se trata de los famosos allegados o VIP, familiares de dirigentes y jugadores, algunos ruidosos, muy a pesar de las advertencias que bajan de los altoparlantes. Los que llenan de indignación a esos socios que siguen bancando la cuota y lo miran por TV. En definitiva, pagan la fiesta de unos pocos privilegiados.

El Gobierno tomó nota. Y la vuelta del público está más cerca. Sería a finales de septiembre o principios de octubre, como adelantó ayer el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens. En ese sentido, la Liga ya trabaja en la elaboración de un protocolo para que los simpatizantes puedan regresar a su hábitat de cada fin de semana. Se analiza permitir un aforo del 30%. Todos los asistentes tendrán que estar vacunados o hisopados.

"Vamos a terminar de definir fechas concretas con un cronograma para que la gente pueda volver no sólo al fútbol, sino a todos los espectáculos masivos. Van a haber protocolos determinados y un aforo reducido, pero en los próximos días vamos a dar precisiones", manifestó Lammens.

El avance de la vacunación, más allá de algunas idas y vueltas, y la relajación de las restricciones en todo el país hacen que los clubes empiecen a sentir mayor presión de sus socios y abonados. Muchos siguieron aportando para mantener su platea o su palco con espíritu altruista o, simplemente, para no perder su lugar, situación que se da en instituciones con mucha demanda y poca oferta. Otros, en cambio, emigraron y dejaron un nivel de morosidad importante.

En ese sentido, los dirigentes buscaron distintas fórmulas para no sufrir el golpe económico, que de todos modos resultó inevitable. Y más allá del dinero de la televisión, esperaban una señal desde la Casa Rosada.

Este martes por la tarde, en el hotel Hilton de Puerto Madero, los dirigentes escucharon las sugerencias de Alejandro Roncoroni, dirigente de Argentinos Juniors y capo del Departamento Médico de la Liga. Desde el punto de vista sanitario se está evaluando que asistan a los estadios aquellos hinchas inoculados o hisopados. Como no sobran las vacunas y las mismas son optativas, la alternativa del PCR sería válida, como sucede en otros países del mundo que ya admiten público en sus torneos.

Después, claro, se pedirá la utilización del barbijo, distanciamiento social e higiene de manos. A fin de cuentas, estar vacunado no impide el contagio del Covid-19. El protocolo deberá ser aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación.

Habrá que articular, además, la cuestión logística. Cada persona que asista a la cancha deberá registrarse de manera virtual a través de una APP que sería "Argentina Cuidar" o "Tribuna Segura". Funcionará como una suerte de declaración jurada.

En tanto, las entradas serán nominales y emitidas con anticipación. ¿De este modo podrán controlar a las barras? Es una de las aspiraciones de los organismos de seguridad. El 3 de octubre se juega el Superclásico y sería un gran golpe de efecto ver poblado el Monumental.