Sociedad Espejo de mi Tierra

El rancho de Don Botín, “un mojón de tradiciones” en Hasenkamp

El rancho “Don Alejandro” es un antiguo bar de la localidad de Hasenkamp, donde se rinde culto a la amistad y al folclore. Elonce recorrió las instalaciones en el marco del micro Espejo de mi Tierra.

28 de Septiembre de 2023

El rancho “Don Alejandro” es un antiguo bar de la localidad de Hasenkamp. Su dueño es Alejandro Barreto, conocido como "Botín", quien contó cómo inició este emprendimiento al quedar desempleado de una metalúrgica.

 

Por el bar pasaron los más destacados chamamaceros, por lo cual, más que un bar, es un lugar de encuentro, “un mojón de tradiciones”, como así está plasmado en sus paredes. Elonce recorrió las instalaciones en el marco del micro Espejo de mi Tierra para dar cuenta de ese pedacito de la historia de Hasenkamp.

 

“La historia del rancho comienza cuando abrí el bar, en el año ´80, porque yo trabajaba en una metalúrgica que cerró y me quedé sin laburo… Ni pensaba en poner un bar, pero fue por cuestiones de trabajo”, repasó don Barreto al mencionar que ya está atendiendo a la tercera generación de clientes.

 

El bar ofrece minutas y parrilladas. “Atendemos a gente que viene de paso, como viajantes y repartidores”, mencionó el dueño de este refugio de la historia de Hasenkamp porque que data de más de 40 años.

 

“Y mi pasión es Boca, un sentimiento que trasladé al bar”, contó. Es que al ser un fanático del xeneize, se dedicó a decorar el rancho con posters, cuadros y objetos de los más particulares del club que lo apasiona.

 

“Al rancho lo armé en los ´90, porque antes era un patio, y mi amigo Nacho puso los músicos; él es el horcón del rancho, porque si no hubiese sido por la amistad que tenemos, yo no hubiera conocido a ningún músico”, ponderó.

 

De hecho, mencionó que Los Chamarriteros le escribieron un tema “Pa'l Rancho de Botín”, donde mencionan a los músicos que dejaron su testimonio en el bar. “Cuando escucho el tema, me pongo melancólico porque la mitad de esa gente ya no está”, confesó Don Barreto.

 

“Cuando muera, no sé si el bar seguirá en pie porque a uno de mis hijos le gusta trabajar en el campo y el otro es inspector municipal”, mencionó al comentar que su esposa es la cocinera y su hija se ocupa de la limpieza.

 

En la ocasión, Nacho Pérez Elena, organizador del festival, ponderó que el bar Don Alejandro “está vinculado con la historia de nuestro festival, que nació en el ´86, cuando con los músicos encontramos este lugarcito y nos metimos a hacer guitarreadas, después empezamos a llegar amigos de todos lados del país”.

 

Rubén Patagonia, Víctor Velázquez, Octavio Osuna, Enrique Espinoza, Miguel Figueroa, Monchito Merlo, Ernesto Montiel, entre muchos otros chamameceros, dejaron su testimonio en el rancho de Don Botín.

 

 

“De vez en cuando, nos juntamos y revivimos esas guitarreadas porque este lugar es muy importante a nuestros sentimientos, donde hicimos honor a la amistad y al folclore”, sentenció Pérez Elena. (Elonce)

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