No importa la categoría ni la historia del club, deportivamente el descenso se vive como una tragedia en el fútbol argentino. Y eso le sucedió a Crucero del Norte, una humilde institución de Misiones que se dio el gusto de jugar en Primera en 2015 pero que a partir de la próxima temporada deberá afrontar el duro Torneo Federal A.
Al inicio de la temporada era impensado este desenlace ya que el Colectivero arrastraba en los promedios la campaña que lo había llevado a la máxima categoría del fútbol argentino pero el último lugar en las posiciones del actual torneo desencadenó en el tan temido descenso. El presidente Andrés Salibe dialogó con el sitio oficial del club misionero y manifestó su tristeza, pero no sólo eso, además apuntó directamente a los jugadores como los responsables.
<b>El comunicado del Presidente de Crucero del Norte:</b>
"Señores, hinchas, amigos y familia de esta tan querida Institución la cual nos llena de orgullo pertenecer nuestro gran querido Crucero del Norte.. Hoy, tanto yo, como la Comisión Directiva y nuestro Plantel Inferior sentimos el verdadero significado de la tristeza. Creo que nunca pensamos tener que pasar por esto, creo que desde el inicio del campeonato nadie podía pensar ni siquiera el tener que vivir esta pesadilla de las últimas 10 fechas, en la cual nuestro equipo no supo sostener lo básico: Los malditos 6 puntos.
Haciendo un balance desde lo dirigencial, hay que destacar que desde lo económico estamos igual que como nos lo habían entregado.
Pero hoy no les hablo como dirigente, les hablo como hincha y con un dolor que no se puede explicar. Solamente quería transmitir que de nuestra parte hemos realizado todo lo humanamente posible para que este plantel reaccione, para que este plantel demuestre algo de lo que quedó de esos partidos con Chacarita, Argentinos y otros más, donde realmente parecía un equipo diferente, pero luego la realidad: supieron desvincular a dos técnicos en menos de 3 meses, supieron desgastar a los dirigentes, a su gente y a sus hinchas a los cuales se les debe toda la devoción, ya que son ellos los que lloraban luego de un partido los que se mojaban, tenían frío e igual seguían firmes en la cancha viendo cómo se nos derrumbaba un pequeño sueño, el de la permanencia.
Intentamos entenderlos, ayudarlos con profesionales, enojarnos, insultarnos, pelearnos e implorarles, se les brindaron todas las herramientas posibles para poder trabajar profesional y responsablemente, sin envidiarle nada a nadie, tanto de local como de visitante. Hasta intentamos poner sangre nueva con chicos de la casa. Con nuestros primeros jugadores hinchas del club, los cuales creo que son los que realmente estuvieron a la altura de lo que pasaba, pero no hemos tenido éxito alguno.
Creo que aquellos que estuvieron allegados y que siguieron todo lo que hemos realizado pueden entender en la pesadilla de la cual estamos inmersos, ojalá las reglamentaciones nos hubieran dejado realizar cambios, traer refuerzos pero nada de eso era posible. Estuvimos siempre en manos de este plantel, que sin dudas es el plantel que nadie olvidará.
Como hincha y como dirigente solo me queda una cosa: mirar hacia adelante y revertir todo ahora que tenemos la posibilidad de un nuevo comienzo. Seguramente nos dolerá recordad esta fecha, pero de algo estoy seguro es que Crucero no debe estar donde lo dejaron y entre todos tenemos que tomar lo que nos robaron, lo que nos merecemos lo que nos pertenece. No quedan más que palabras de agradecimiento a todos los que nos acompañan y quieren al club de verdad: el hincha y el personal del club, que deja y dejó todo por brindarle lo mejor a gente que no lo supieron aprovechar (jugadores).
Somos y seremos el club más grande de Misiones, por su estructura y por su gente, y ahora también lo seremos por nuestro espíritu. Crucero va a volver a donde nunca debió salir... y esto es una imposición".
Andrés Salibe