El máximo goleador de la actual Copa de la Liga 2024 (con seis) se prepara de manera especial para llegar al Superclásico de este domingo. El colombiano, Miguel Borja, se ha asentado como el nueve predilecto de Martín Demichelis, y eso llevó obligatoriamente a que el tema sea su recuperación física.
Antes que nada, hay que aclarar que el hecho de que se trate de un desgarro "chico" (en el aductor mayor) en un jugador de la musculatura del nacido en Tierra Alta es lo que deriva en que tenga chances de poder estar contra Boca. Con 11 días en total para recuperarse, cualquier otro escenario de un problema muscular lo dejaría afuera, pero este es, para fortuna de todos los riverplatenses, justamente, ese caso excepcional.
Desde que sintió ese pinchazo contra Atlético Tucumán, el 14 de febrero, rápidamente Borja puso manos a la obra para arrancar una rehabilitación en tiempo récord. Doble turno de kinesiología y entrenamientos fueron la base del proceso de recuperación desde que los estudios confirmaron el cimbronazo. Y todo esto, acompañando de un factor extra: el optimismo del delantero desde el Día 1.
"Nosotros lo estamos acompañando, creo que puede llegar al partido. Después se verá cómo entrena y eso nos va a ayudar a tomar una decisión más certera. Lo bueno es que él se va a meter en la pelea", deslizó Demichelis tras el empate con Banfield, elevando las esperanzas de poder tener a Borja a disposición para el Superclásico.
¿Y cómo viene la mano? Está "muy bien" cuentan desde las entrañas del predio de Ezeiza, donde el goleador se presentó el martes de manera solitaria para hacer tareas de kinesiología pese a que el plantel tenía la jornada libre, en lo que fue un claro gesto de que no quiere perdérselo de ninguna manera; o, en todo caso, que hará todo lo que sea necesario para internarlo.
Con esa predisposición y el optimismo religioso que siempre lleva como faro, Borja por ahora sigue trabajando de manera diferenciada (hoy solo hizo la primera parte con sus compañeros) pero ya tuvo algún contacto con la pelota en ejercicios puntuales que dan lugar a la ilusión. Entre viernes y sábado será la prueba de fuego: el cuerpo técnico piensa exigirlo para ver cómo responde y ya definir si lo concentran el sábado junto al resto de sus compañeros. Todo hace pensar que así será, pero paciencia.
Si todo sale bien, después se verá si esta para ir de arranque o jugar algunos minutos. Aunque lo cierto es que Demichelis lo necesita; todo River lo necesita para una jornada siempre especial.
(TyC Sports)