Al cumplirse un año del ataque sorpresivo de Hamás a Israel, el Papa Francisco publicó una emotiva carta dirigida a los cristianos de Oriente Medio. En su mensaje, el pontífice se dirige al "pequeño rebaño indefenso", que sigue luchando por la paz en medio de una creciente violencia en la región.
"Pienso en ustedes y rezo por ustedes", inicia el Papa su carta, donde expresa su pesar por los devastadores efectos de la guerra y denuncia la incapacidad de la comunidad internacional para poner fin a los conflictos.
Este mensaje coincide con el aniversario del ataque de Hamás, que reavivó el conflicto palestino-israelí. Francisco señala que desde entonces, el odio ha estallado en una espiral de violencia: "La sangre y las lágrimas corren", escribe, y menciona el creciente "deseo de venganza". Critica también la impotencia de las potencias mundiales para silenciar las armas y poner fin al sufrimiento. A pesar de décadas de conflicto, los responsables "no parecen haber aprendido nada de la historia".
"La guerra es siempre una derrota"
La guerra es siempre una derrota, sostiene el Papa, quien reafirma que las armas no pueden construir un futuro. "La historia lo demuestra", subraya, "y, sin embargo, los años de conflicto parecen no habernos enseñado nada".
"Los hombres de hoy no saben cómo encontrar la paz y los cristianos no debemos cansarnos de pedírsela a Dios", añade. Por ello, invita a todos a vivir una jornada de oración y ayuno, enfatizando que "la oración y el ayuno son las armas del amor que cambian la historia". "¡Por favor, dediquemos tiempo a la oración y redescubramos el poder salvador del ayuno!", exhorta.
El Papa se dirige especialmente a los cristianos de Tierra Santa, quienes "saben orar y amar a pesar de todo". Los compara con una semilla que, a pesar de estar cubierta por la tierra, encuentra su camino hacia la luz. "Ustedes son brotes de esperanza", escribe, instándolos a no dejarse abrumar por la "oscuridad" de la guerra y a ser testimonios de amor en un mundo cada vez más marcado por la confrontación.
Francisco destaca la "responsabilidad especial" de los cristianos en Medio Oriente, a menudo llamados "mártires", por su lucha constante por la paz y la justicia. Con "corazón de padre", los anima a seguir orando por la paz y a resistir la lógica del mal. "Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen", dice, citando el Evangelio, mientras agradece su firmeza y fe.
"Estoy con ustedes"
El Papa expresa su cercanía al pueblo que sufre en Gaza: "Estoy con ustedes, que se ven obligados a abandonar sus hogares, dejar la escuela y el trabajo, buscando un destino para escapar de las bombas". Recuerda a las madres que han perdido a sus hijos, a los niños privados de su infancia y a las familias que viven en constante temor. Denuncia las intrigas de quienes están en el poder y que convierten a la población en víctimas.
"Estoy con ustedes, que tienen sed de paz y de justicia", reafirma, elogiando a quienes se resisten a la lógica del mal. También extiende su agradecimiento a todos aquellos que ayudan a los que sufren, independientemente de su denominación o religión.
El Santo Padre concluye su carta con un renovado llamado a los cristianos y a todos los creyentes del mundo: "Por favor, dediquemos tiempo a la oración y redescubramos el poder salvador del ayuno". Pide que utilicemos "las armas del amor —la oración y el ayuno— contra el mal" y que prioricemos la paz. Al final, agradece a los obispos y sacerdotes que llevan el consuelo de Dios a los pueblos en soledad, exhortándolos a dejar de lado divisiones y ambiciones para servir a su comunidad.
Con una bendición y un llamado a confiar en María, Reina de la Paz, el Papa Francisco cierra su carta, abrazando a los fieles de Medio Oriente "desde el corazón". (AICA)