La bonanza llegó al fútbol argentino. Pareciera que los clubes se pusieron todos de acuerdo y salieron a gastar millones y millones en este mercado de pases, convirtiéndolo en el más grande de toda la historia del fútbol argentino.

La segunda mitad de la Superliga se viene con todo. Al menos en materia de incorporaciones y los gastos que se hicieron para tener jugadores de renombre y figuras para pelear lo que cada equipo se juega. Sólo los grandes gastaron casi 50 millones de dólares.

Para graficarlo de una manera muy directa, sólo hay que decir que River, Independiente y Racing realizaron la compra más cara de su historia. El Millonario trajo a Lucas Pratto en 14 millones de dólares, el Rojo a Silvio Romero en 4,5 millones y la Academia a Ricardo Centurión en 5 millones (por el 70% de su ficha).

Además, al equipo de Núñez hay que sumarle los cuatro millones por Franco Armani y Bruno Zuculini, lo que suma 22 millones. Al conjunto blanquiceleste, los dos millones por Leonardo Sigali y los dos de Alejandro Donatti más lo de Ricky le dan nueve millones en compras.

El Rey de Copas, al que le entraron quince millones por la venta de Ezequiel Barco, gastó 14 de ellos: además de Romero trajo a Fernando Gaibor (4.2), Jonathan Menéndez (3) y Braian Romero (2.3).

Boca tampoco se quedó atrás: por Emanuel Reynoso puso 1,5 millones (más saldar una deuda de 1.2 y porcentajes de jugadores, lo que en total llega a los cinco millones), y si se da lo de Gustavo Gómez tendrá que poner cinco más.

El único grande que no gastó en el mercado de pases fue San Lorenzo: sólo incorporó a Valentín Viola, quien llegó con el pase en su poder, indica Toda Pasión.

Esos números dan un total de 46,5 millones de dólares gastados únicamente por cuatro equipos, y si se da lo de Gómez la cifra se eleva a 51,5.

Fue un mercado en el que se gastó como nunca. Esperemos que se refleje en la cancha.