El reciente recibimiento de River Plate en el Monumental durante las semifinales de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro, marcado por el uso de bengalas y pirotecnia, trajo consecuencias severas para el club. En respuesta, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires impuso una doble sanción: la clausura administrativa del estadio y el cierre de la tribuna Centenario Alta para el próximo partido de Liga Profesional contra Banfield.
El presidente de River, Jorge Brito, expresó su firme desacuerdo con esta decisión a través de sus redes sociales. “Estoy totalmente en contra de la medida del Ministerio de Seguridad del GCBA de clausurar la tribuna Centenario Alta por el recibimiento histórico que hicimos ayer”, manifestó. Brito enfatizó que, a diferencia de lo que ocurre en otros países sudamericanos, donde los hinchas celebran sin enfrentar sanciones, River no debería ser la excepción.
El mandatario hizo hincapié en que, en ocasiones anteriores, equipos brasileños han realizado recibimientos similares sin consecuencias. “Ya vimos que en otras canchas del fútbol sudamericano, por Copa Libertadores, los organismos locales no clausuran una tribuna por la celebración de sus hinchas”, argumentó, sugiriendo que River debería recibir un tratamiento equivalente.
A pesar de su disconformidad con la sanción, Brito reconoció y agradeció a los hinchas de River por el espectacular recibimiento. “Ante esta medida antipática, quiero felicitar al hincha de River que hizo un recibimiento nunca visto en la historia del fútbol, acorde al movimiento popular más grande del mundo”, agregó, destacando que fue un evento familiar, sin incidentes ni violencia.
El impacto de la sanción es significativo: River Plate se verá obligado a reducir el aforo del Monumental en aproximadamente 9.600 espectadores para el encuentro contra Banfield, que se llevará a cabo el próximo sábado. Además, el club deberá exhibir una bandera para concientizar sobre el uso indebido de pirotecnia.
Por si fuera poco, la situación podría agravarse con otra posible multa debido a los gestos racistas realizados por un hincha de River hacia la afición de Atlético Mineiro, lo que pone al club en riesgo de enfrentar sanciones adicionales de la Conmebol, que ha sido rigurosa con tales actitudes en el pasado.