drid será la ciudad que albergue la tan ansiada y escandalosa final de la Copa Libertadores entre River y Boca. El estadio Santiago Bernabéu, hogar del Real Madrid, será el escenario elegido por la Conmebol y en España aseguran tener todo bajo control para la organización de un evento de gigantesca trascendencia y habrá un mega operativo de seguridad.
Lo cierto es que en Madrid quieren bien lejos las escenas de violencia que se vivieron aquel fin de semana en el Monumental. Por eso las fuerzas de seguridad españolas diseñaron un operativo sin antecedentes y que duplica a lo que sucede un fin de semana cualquiera: designaron 3000 efectivos más aquellos trabajadores municipales y sanitarios que estén involucrados.
El ministerio de Seguridad argentino colaborará con 100 teléfonos móviles, que se usarán en cada uno de los accesos por los que tengan que pasar los hinchas argentinos y pondrán especial énfasis en ambas cabeceras, donde estará el núcleo de las hinchadas.
Algunos recuerdan el Real Madrid-Barcelona de 2015 (justo después del atentado en París) como el del operativo de seguridad más grande. Fueron 1000 efectivos de la Policía Nacional y otros 1400 de la seguridad privada de los propios clubes y de La Liga, incluidos francotiradores en los tejados alrededor del campo. Algo similar (con un número un poco menor) ocurrió en 2017 en el partido Real Madrid-Bayern Munich de Champions League.
En España algunos organismos comenzaron a quejarse por el elevado costo en el operativo de seguridad. Según trascendió en algunos sitios cuatro sindicatos (Sindicato Unificado de Policía, Confederación Española de Policía, Unión Federal de Policía de Madrid y Sindicato Profesional de Policía) dijeron que los valores son exorbitantes. Sin embargo, tanto el alquiler del estadio como el costo del operativo de seguridad será asumido por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).