Paulo Costa, luchador brasileño de Ultimate Fighting Championship (UFC), confesó que donará su cerebro, cuando esté muerto, para que puedan investigar acerca del daño cerebral que conlleva ser un profesional en las artes marciales mixtas (MMA).
"Es un problema bastante serio, porque no tenemos los datos para averiguar cuánto puede afectarnos a cada uno de nosotros. Podríamos luchar de una manera que minimice esos golpes en la cabeza", reconoció Costa en una entrevista con AG Fight.
"Sabemos que el cerebro está formado por células que ya no se regeneran, solo las estamos perdiendo. A medida que avanza la edad, esta cantidad disminuye, por lo que los reflejos se vuelven más lentos, el habla se vuelve mala y se olvidan cosas. De vez en cuando investigo al respeto", agregó.
Costa se metió en el mundo de las artes marciales mixtas en 2012 y desde 2017 pelea en la categoría peso medio del UFC. Tiene 28 años, un récord de 13-0 y desea luchar por ser el número uno en su categoría contra Israel Adesanya.