Dominique Pelicot, acusado de haber drogado a su exmujer, Gisèle Pelicot, durante al menos diez años para que decenas de hombres la violaran en su propia vivienda, fue condenado este jueves a 20 años de prisión, la pena máxima, tras ser hallado culpable de todos los cargos en su contra.
El tribunal de Aviñón halló culpable a Pelicot de "violación agravada", por lo que incluirá su nombre en el registro de delincuentes sexuales. Además, resolvió que al menos 20 de los otros 50 acusados por el mismo caso también son culpables de los delitos que se les imputan.
Los fiscales dieron cuenta de al menos 92 violaciones durante diez años, aunque para la víctima durante años toda sospecha se limitó a lagunas temporales en su memoria.
Los 51 acusados fueron declarados culpables de los cargos que se les imputaban, pero muchos de ellos fueron condenados a penas más cortas que las solicitadas por los fiscales.
Jacques C. fue condenado a 5 años de prisión en suspenso. Cyrille D., Lionel R. y Boris M. fueron condenados a 8 años de prisión, aunque el fiscal había pedido penas de 12 años. Redouan A. fue declarado culpable de violación con agravantes, pero como un experto le diagnosticó esquizofrenia, el presidente del tribunal le concedió una pena reducida.
Qué dijo la mujer tras la condena
Gisèle Pelicot dijo que “nunca se arrepintió” de haber hecho pública su identidad durante el juicio, en breves comentarios fuera de la sala del tribunal tras la sentencia. Pelicot tomó la valiente decisión de renunciar a su anonimato al comienzo del juicio.
Gisèle se convirtió en un símbolo luego de hacer público su caso. A partir de enfrentar los juicios, estableció el lema "que la vergüenza cambie de bando" en relación a las mujeres que temen declarar que han sufrido abusos, y propuso que ahora sean los violadores sobre los que pese ese sentimiento.
Según la ley francesa, podría haber pedido que el juicio se mantuviera a puertas cerradas. Pero ella dijo que quería dar a conocer los horrores de su caso para dar a otras víctimas de violencia sexual el coraje de hablar. “Nunca me he arrepentido de esa decisión”, dijo Pelicot a los periodistas después de que sus violadores fueran sentenciados.
“Ahora tengo fe en nuestra capacidad de forjar colectivamente un futuro donde las mujeres y los hombres puedan vivir en armonía, con respeto y entendimiento mutuo”, agregó. Durante el juicio, Pelicot dijo que había renunciado a su anonimato porque “es hora de que la sociedad mire a esta sociedad machista y patriarcal y cambie la forma en que ve la violación”.
Fuera del tribunal, docenas de activistas se habían reunido para mostrar su apoyo a Pelicot. “¡Merci!”, corearon después de que 51 hombres fueran sentenciados. Otros activistas expresaron su decepción después de que la mayoría de los hombres recibieran sentencias más cortas de las que habían solicitado los fiscales, incluidos algunos que salieron libres después de recibir sentencias suspendidas.