Diego Martínez habló como flamante entrenador del Godoy Cruz y, si bien falta la confirmación oficial, contó que su desembarco en el Tomba es un hecho. El estratega del elenco mendcidno, quien visitió la camiseta de Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uuguay en 2003, ya se despidió de Estudiantes de Caseros y quedó a la espera de la firma de su contrato con el Bodeguero.

<b>¿Soñabas con esta oportunidad? ¿Cómo tomaste este ofrecimiento de Godoy Cruz?</b>

Como una oportunidad para nuestra carrera. Uno trata de capacitarse día a día para estar a la altura de las competencias en las que le toca participar. Sin duda que es un crecimiento muy grande, hace apenas cuatro años que trabajamos junto con el resto del cuerpo técnico en el fútbol profesional. Que haya llegado esta chance es un premio a la preparación porque no hay nada de casualidad, puede salir o no, pero sí hay mucho trabajo y muchas horas de dedicación. Es un premio al esfuerzo, a la convicción, a creer en una idea y trabajar para tratar de conseguir resultados de una forma establecida. La gente que nos conoce sabe que, más allá que haya partidos en los que las cosas salieron mejor o peor, de alguna manera hemos logrado darles una identidad a los equipos en los que nos tocó trabajar. Y ese es nuestro orgullo, que te reconozcan "el cómo" más allá de los resultados es muy importante para nosotros.

<b>¿Con qué Godoy Cruz te vas a encontrar? ¿Ya te presentaste a los jugadores a través de una videollamada?</b>

Todavía no tuvimos la chance de poder hablar con los jugadores. Quedan unos pequeños detalles que ultimar, pero ya hablé bastante en estos días con el presidente y con Daniel Oldrá. Una vez que pude terminar mi vinculación con Estudiantes y a partir de las charlas que tuvimos con la gente de Godoy Cruz seguramente ahora vamos a poder tratar de darle forma a la relación y a poder tener contacto con la gente de club y con los futbolistas para que puedan conocernos. Lógicamente con esta dinámica especial de la pandemia, buscaremos lo más rápido posible ponernos a trabajar desde donde podamos en cuanto a las condiciones y esperando que todo esto pueda pasar para hacer el trabajo en el campo.