Willy Caballero recibió su medalla como campeón de la Champions League y, después de los saludos protocolares, fue hacia donde estaba el trofeo. Lo abrazó con todas sus fuerzas, con la alegría de haber quedado en la historia como el decimooctavo argentino en levantar la Orejona, la principal copa de clubes del mundo.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">¡Empiezan los festejos en el vestuario! Con Willy Caballero como protagonista, el plantel del Chelsea celebra la consagración en la <a href="https://twitter.com/hashtag/CHAMPIONSxESPN?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#CHAMPIONSxESPN</a>. ??? <a href="https://t.co/pqM93IbBCT">pic.twitter.com/pqM93IbBCT</a></p>— SportsCenter (@SC_ESPN) <a href="https://twitter.com/SC_ESPN/status/1398761473153904643?ref_src=twsrc%5Etfw">May 29, 2021</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Caballero, uno de los arqueros del seleccionado argentino en el último mundial, disputado en Rusia, se dio otros gustos. Venció en la final a Manchester City, su ex equipo. Pero, además, se transformó en apenas el futbolista número 11 que gana Libertadores y Champions League en su carrera. En ese listado lo acompañan apenas tres compatriotas: Juan Pablo Sorín (campeón con River y Juventus), Carlos Tevez (Boca y Manchester United) y Walter Samuel (Boca e Inter). Caballero, por su parte, fue campeón del tradicional torneo sudamericano con Boca, en 2003. En ese momento, como ahora, era suplente.
Tanto en Chelsea como antes en Manchester City (justamente, los dos equipos finalistas), el rol de Caballero fue periférico. Las oportunidades le llegaron por lesión o por bajos rendimientos de los titulares, como en el caso de Kepa Arrizabalaga, el arquero español que llegó a Chelsea llamado a quedarse con el arco y que, sin embargo, perdió el puesto a principios de temporada por la llegada de Edouard Mendy.