El Chevrolet de Próspero Bonelli sirve para seguir corriendo luego de ser revisado en los talleres Jakos y detectar que no hay daños estructurales. Mientras el piloto continúa con ejercicios de recuperación, en el taller se trabaja para recibir al auto.
<b>"Yo me siento bien, estoy haciendo kinesiología, pero estoy bien y tranquilamente puedo estar corriendo",</b> le contó Pope Bonelli a Largaron.
<b>"El auto sí sirve, lo cortaron en la parte delantera derecha y la parte trasera del tanque de nafta. Para mediados de la semana que viene Jakos lo va a tener listo, después lo tenemos que traer para hacer toda la parte de chapa. Mientras algunos de los chicos van haciendo canalizadores y cosas que quedaron rotas",</b> explicó.
Al contrario a la situación de Pope, el auto que resulto más afectado en el accidente de Rafaela fue el de Matías Jalaf, quien tendrá que armar un nuevo Ford ya que el dañado no sirve más.