La trágica muerte del reconocido piloto de acrobacias Cristian Grecca golpeó a los aficionados de la aviación. “El país llora a Cristian Grecca, incluso nos llegaron las condolencias de Francia y España, y de pilotos que se formaron en nuestra Escuela de Vuelo y que ahora están en el exterior”, reveló a Elonce el secretario del Aeroclub Ciudad de Paraná, Diego Martínez.
La tragedia se produjo alrededor de las 17.30 de este sábado, cuando Grecca se encontraba sobrevolando el Aeroclub que presidía. En esas circunstancias, según indican los informes preliminares, la aeronave se precipitó en picada y, tras el impacto en la zona descampada, se incendió por completo. “Fue un fin de semana, trágico, triste e incomprensible porque despedir a un amigo es muy difícil”, lamentó Martínez.
“Cristian deja como legado el significado de lo que la amistad, el entrenamiento y la capacitación”, ponderó al anticipar que continuarán trabajando esos valores “a modo de legado”.
“El recuerdo permanente que quedará como parte del Aeroclub y quienes trascendimos nuestra institución al campo de la amistad lo recordaremos siempre como él era, un tipo muy afable, profesional y amaba con locura lo que hacía; vivió para su vocación desde que empezó a volar en el `94 y luego a través de su carrera porque fue piloto comercial, instructor y piloto de vuelo acrobático”, repasó al acotar: “Es una historia que lamentablemente queda trunca”.
“Es antinatural que un padre despida a un hijo y para quienes convivíamos con él porque todavía no caemos y estamos partidos al medio por el dolor con el alma doblada por la tristeza; será cuestión de Dios y la vida que, a medida que pase el tiempo, se reafirme la memoria de Cristian y nosotros aprendamos a convivir con esa ausencia física”, esperanzó Martínez. “Cada vez que miremos el cielo, él estará allá arriba, guiándonos”, cerró.
Al momento del trágico accidente, Grecca volaba “en un Extra 300-3-30, el único en el país de ese tipo”. Se recodará que el piloto “tenía por costumbre y cuestiones de entrenamiento hacer unas rutinas que incluyen distintas alturas, donde todos los vecinos de la zona siempre lo veían”.