El lunes, frente al Fantasma, lo que falló fue la defensa, de lo cual hablan por sí solos los 113 puntos que recibió en aquella oportunidad, 39 de los cuales llegaron en el tercer cuarto, cuando Regatas quebró el pleito.
Sin embargo, 48 horas después, San Martín estuvo lejos de la efectividad de su clásico rival. Por el contrario, el Rojinegro encontró muy bajos porcentajes y casi no se sintió cómodo a la hora de elegir los lanzamientos, pero enfrente Echagüe mostró otra faceta negativa, ya no solo en defensa sino fundamentalmente en ataque, que le impidió estar en partido desde la mitad del segundo parcial.
Tal vez todo se pueda resumir con un solo número: 27. Esas fueron las pérdidas de los entrerrianos, que tuvieron muchos problemas en su ofensiva, en la caída por 72-53 del pasado miércoles.
De todos modos, ambas presentaciones tienen algo en común. Las distracciones, falta de solidaridad, bajones mentales y desatenciones defensivas, así sean por menos de cinco minutos, a Echagüe le cuestan partidos. Se sabía desde el principio de la temporada, lo suplió en el Butta con entrega; pero de visitante le ha costado plantarse delante de sus rivales, da cuenta <i>La Cábala.</i>
Esta noche buscará cambiar esa imagen, más allá del resultado que pueda conseguir. Claro que nadie le quita la posibilidad de dar el golpe y transformar una muy mala gira en un regreso positivo. Cierto es que enfrente está el último subcampeón de la Liga Nacional, que mantuvo su DT y algunos miembros del plantel y se reforzó con otros nombres importantes. Sin dudas que el de Alejandro Konsztadt es el más preponderante, pero tiene jugadores de la talla de Eduardo Gamboa, Diego García o Facundo Piñero, sumados a sus extranjeros; lo que hace del equipo de Narvarte uno de cuidado.
Más allá de eso, no ha tenido un comienzo optimo de temporada y eso es lo que querrá aprovechar el Negro. Solo una victoria (ante Estudiantes) en cinco presentaciones para los formoseños, aunque las cuatro caídas fueron en condición de visitante.
Un rival para respetar, con menos nombres que San Martín y menos gente apoyando que Regatas, pero que sabe de gestas importantes y al que le sobra calidad individual para triunfar. Enfrente estará Echagüe, que intentará dejar de ser un timorato rival para volver a ser lo que demostró en el Butta: un equipo de Liga que puede hacerle frente a las grandes adversidades.