Se cumplen tres días de la desaparición de Uriel Ezequiel Lell, el joven que cayó al río Paraná, más precisamente, en la zona de muelles de la Costanera Baja. Hasta el momento se desconoce si cayó accidentalmente o si se arrojó al agua.
“Hay muchas contradicciones, porque hay personas que dicen que él se tiró y otras, que se cayó. Todavía no sabemos qué pasó”, aseguró a Elonce, su mamá, Diana; la mujer, que fue operada de la columna hace 20 días, desde el viernes se mantiene a la espera de novedades sobre su hijo, en el muelle en el que ocurrió la desgracia.
“Prefectura sale cuando alumbra el sol y recorren hasta cierta distancia; a las 17.30 cuando oscurece, cortan porque no están autorizados a trabajar de noche”, explicó en relación al operativo de búsqueda. Y agradeció: “Recibimos más ayuda de los pescadores que tienen lanchas y canoas, de Puerto Viejo, Puerto Sánchez, Bajada Grande y hasta de Diamante vinieron para ayudarnos a encontrarlo. Hay mucha gente que nos está colaborando porque a él lo conocían todos”. “Prefectura deja mucho que desear con el rastrillaje y la búsqueda de mi hijo”, cuestionó.
En la oportunidad, Diana repasó cómo fueron los últimos días de su hijo. “Él estaba muy contento porque festejaba los 15 de su sobrina, fue a visitarme a la clínica cuando me operaron; estaba sobrio y feliz porque hacía más de una semana que no tomaba nada porque quería estar bien para cuando yo volviera a casa”.
“Desconocemos si esa noche alguien le dijo algo porque estuvo hasta las 2 de la madrugada compartió con mi otro hijo y mi nuera, y ella asegura que él salió bien de su casa, que estaba contento”, agregó.
La mujer confirmó que Lell “tomaba mucho y de vez en cuando consumía, pero –según remarcó- se estaba cuidando mucho y se controlaba porque quería dejar todo eso”. “Era feliz con su vida y andaba con sus perros para todos lados”, ponderó.
“Como madre, me niego a pensar que se tiró"
Consultada sobre hipótesis en torno a los motivos de la tragedia, Diana repasó: “Insistimos durante dos días seguidos en Fiscalía para que nos dejen ver los registros de las cámaras del 911; en las imágenes se ve que él estaba en el boliche de enfrente, estaba bailando, con los perros y rodeado de mucha gente. Habló con los trapitos, cruzó para el lado del muelle, donde habló con otro grupito y después las cámaras lo pierden porque en la oscuridad no se ve”.
“Como madre, me niego a pensar que se tiró; para mí, él se cayó porque habrá estado tomado. Él era alto, grandote, y quizás cuando cruzó, perdió el equilibrio y cayó”, estimó la madre de Lell. “Supongo que también pudo haber hecho alguna apuesta, porque era buen nadador y estaba acostumbrado a nadar con los perros en el río”, sumó.
“Los perros estuvieron tres días esperándolo en el borde de la costanera, porque al ver que él entró al agua y no salió, quedaron a esperarlo; no se iban sin él porque los perros son muy fieles”, ponderó. Y rememoró: “Cuando llegaba amanecido a la casa, se quedaba dormido en el ingreso a la habitación; cuando lo iba a ayudar, los perros me quisieron morder porque no dejaban que lo nadie lo toque. Donde él se dormía, los perros se echaban y lo cubrían, le daban calor y dormían con él”.
“Un testigo aseguró que él braceaba e intentaba salir; cuando los policías del 911, lo alumbraron con las linternas y le decían que trate de acercarse más, pero desapareció en el agua y no salió más. Policía avisó a Prefectura, pero respondieron que no están autorizados a trabajar de noche, que tienen prohibido meterse al río durante la noche”, indicó la madre del joven desaparecido.
Doloroso pedido
“Que amplíen el rastrillaje de búsqueda para que aparezca el cuerpo, para poder darle santa sepultura, porque si todos confirman que él cayó al agua, por más doloroso que sea, ya sabemos que está muerto”, lamentó Diana a Elonce.
“Él más chico de los varones, era mi niño especial y nunca me dejaría sufrir de esta manera; era mi preferido”, contó al revelar que uno de sus perros está echado en su cama, y no quiere salir de la habitación. (Elonce)