REDACCIÓN ELONCE
Una docente fue víctima de violento arrebato durante la tarde de este jueves en calle Morath, casi Churruarín, en Paraná. Tras el hecho de inseguridad, que quedó registrado en las cámaras de seguridad, la damnificada brindó su testimonio a Elonce “para alertar a los vecinos de la zona”.
“El sujeto, aparentemente, me venía siguiendo desde hacía unas tres cuadras; caminaba detrás de mí cuando, en calle Morath, me agaché para atarme los cordones y ahí me abordó”, repasó la víctima del ilícito. Según indicó, se trató de un muchacho morocho, de unos 20 años, el cual vestía una remera negra y bermuda color clarito.
“Me pidió el bolso y debido a que lo tenía cruzado, porque regresaba de una de las escuelas en las que me desempeño y recién había bajado del colectivo, no me lo podía sacar fácilmente; empezamos a forcejar y grité”, contó la docente.
“Para defender lo mío”
“Para defender lo mío”, fundamentó la trabajadora de educación, forcejeó con el delincuente para evitar el arrebato. “Él tironeaba, me llevó hacia la otra mano de la calle y, en el barro, pisé un pozo y caí; cuando me pegó el tirón, me arrancó el bolso y salió corriendo por calle Churruarín, en una de descampado, de pastizales muy altos”, continuó.
Y agregó: “La conductora de un auto, paró y empezó a tocar bocina, pero inmovilizada por la situación, no supo qué hacer; me ofreció ayuda, fuimos hasta la esquina, pero al tipo no lo vimos más”.
“En el bolso tenía 9.000 pesos y el celular, además de documentación, carpetas y libros, que es material que al delincuente no le servirán”, lamentó la docente. La zona en la ocurrió el hecho de inseguridad es jurisdicción de comisaría séptima, por ese motivo, encomendó a quien haya encontrado el material educativo, que por favor lo envíe a esa dependencia policial.
“Los robos son muy frecuentes en la zona”
“Los robos son muy frecuentes en la zona”, aseguró la docente, tras el diálogo que mantuvo con los vecinos que la socorrieron.
La mujer contó que hace 20 años se domicilia a cinco cuadras del lugar en el que la violentaron y, de acuerdo a lo que aseguró, “es una zona muy transitada por los vecinos, pero los robos son constantes: se llevan desde la ropa del tendedero hasta las garrafas”.
“Da impotencia y bronca porque uno elige determinada zona para vivir y trabaja por ello, pero, lamentablemente, está esta gente que hace muy mal”, lamentó. Según se testimonio, “detrás de barrio 4 de Junio, se instalaron asentamientos y varias villas nuevas, que generan preocupación entre los vecinos”.
