Tensión, emoción. El último encuentro de cuartos de final en el Masters 1000 de Monte-Carlo tuvo de todo. Stefanos Tsitsipas (Nº 5 del mundo) comenzó encendido, luego Diego Schwartzman (16º) reaccionó y tuvo el pase a semifinales al alcance de sus manos pero fue el griego, campeón defensor, quien se quedó con la victoria por 6-2, 6-7 (3) y 6-4.
En el inicio del partido, el griego impuso su mejor versión y todo marchaba tal como él lo había planificado. Con golpes brillantes de un lado y del otro y con toda la clase de un jugador top, sacó ventaja en la pizarra y se colocó 6-2 y 5-2. Sin embargo, cuando parecía que todo estaba definido, Schwartzman despertó a tiempo y el partido cambió.
Un punto de inflexión se dio cuando en el segundo parcial el público monegasco le hizo sentir el apoyo al Peque y éste, un animal competitivo y acostumbrado a grandes gestas, sacó a relucir su corazón: se llevó la segunda manga por 7-6 (3) y precozmente estiró la diferencia a 4-0 en el set decisivo.
En la noche de Monte-Carlo afloró la incertidumbre. El tenista porteño, tras una remontada fenomenal, no pudo seguir por esa senda en la recta final y fue Tsitsipas, finalista de Roland Garros 2021, quien remontó y se apropió de una batalla épica, que se extendió durante dos horas y 43 minutos: encadenó seis juegos consecutivos y cerró la historia por 6-4.
De esta forma, el Rayo se metió entre los cuatro mejores del certamen y enfrentará a Alexander Zverev (3º) por un lugar en la final. Entre ellos disputaron nueve duelos, con seis festejos de Tsitsipas y tres del alemán.
Por otra parte, en la otra semifinal, la revelación del torneo, Alejandro Davidovich Fokina (verdugo de Novak Djokovic), se medirá con el búlgaro Grigor Dimitrov, a quien venció en Roma 2021 (único registro).