Ya se conoce su clase y su atrevimiento en situaciones límites, como definir de rabona en un mano a mano o picar la pelota en una final de Juegos Olímpicos, por citar dos de cientos de ejemplos. Angel Di María lleva lujo en la sangre, y mucho fútbol. Y en el PSG lo está empezando a demostrar. En la fecha pasada la metió contra el Guingamp y ahora se despachó con un golazo ante el Nantes, de visitante, en el 4-1 de los parisinos, donde también Fideo aportó una asistencia a Cavani. Completito.

El marroquí Bammou sorprendió a los últimos campeones y puso el 1-0 para el dueño de casa a los 11 minutos de juego. Sin embargo, en ese primer tiempo no hubo despertador ni reacción de Di María, Ibrahimovic y compañía. Luego del descanso llegó la tromba de París. Zlatan, de nueve rebotero, empardó. Angelito le puso la pelota en la cabeza a Cavani y el charrúa puso arriba a la visita. Y a falta de diez para el cierre, Di María quedó mano a mano con Riou, arquero local, y definió con clase por arriba, con vueltita y todo. Luego, el argentino salió (entró Lavezzi) y fue ovacionado por los hinchas parisinos. Aurirer completó el 4-1 previo córner de Pastore, que también fue titular.