En el Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná, el equipo de médicos otorrinolaringólogos (ORL) marcó un hito de crecimiento al realizar su primera cirugía de implante de conducción ósea como profesionales certificados por la empresa fabricante Med-El. Este hito significa un crecimiento en la capacidad del nosocomio para dar respuestas a la comunidad implementando tecnologías médicas de alta complejidad.

“La importancia de la cirugía radica en que, antes, venían profesionales de otros servicios de Córdoba y Buenos Aires a controlar que estemos en condiciones de realizarla y, ahora, la satisfacción es que comenzamos a hacerla de forma autónoma, es decir, nos dieron el OK por contar con todas las condiciones, no solo la prestancia quirúrgica de los miembros del servicio, sino que también están dadas todas las condiciones en el hospital para que se pueda realizar”, explicó a El jefe del servicio de Otorrinolaringología, Carlos Albornoz.

“Los implantes son cirugías importantes y necesitan de un entrenamiento previo. En el San Roque hay profesionales de mucho prestigio, como los doctores Martín Otaño y Emilio Bertozzi, quienes se fueron entrenando dentro y fuera del país hasta lograr la certificación que indica que estamos en condiciones de realizar la cirugía sin tutores externos”, destacó el otorrinolaringólogo. “Es una satisfacción personal, del servicio y del hospital”, sentenció Albornoz.

En la oportunidad, el especialista aclaró que, en el San Roque, desde hace tres años se concretan implantes de conducción ósea, pero “con tutores que controlan la cirugía”. Fue en ese sentido que ponderó: “La satisfacción es que, en diciembre, realizamos nuestra cirugía de punta a punta, solitos, con nuestros equipos del hospital y eso es una satisfacción única”.

“La satisfacción es de nuestro personal porque sin las enfermeras de quirófano, instrumentadores, anestesistas y colegas que trabajan todos los días, no se podría hacer la cirugía. Es una satisfacción personal de nuestro servicio”, insistió el médico. De hecho, ponderó la importancia de la intervención realizada en el hospital “para aquel que no tiene obra social y puede acceder a la salud pública”.

Sobre la cirugía en el San Roque

El implante de conducción ósea está diseñado para mejorar la audición en personas que tienen pérdida auditiva y que no se benefician adecuadamente de los audífonos tradicionales. En este caso, la intervención permitirá mejorar la calidad de vida de un paciente pediátrico de 9 años quien, en 20 días, tendrá su próximo control y encendido del implante.

Los doctores Carlos Albornoz, Martín Otaño y Emilio Bertozzi lideraron el procedimiento el pasado miércoles 4 de diciembre, consolidando un proceso de capacitación y cirugías supervisadas que duró años.

Es importante tener presente que no cualquier cirujano puede realizar este procedimiento, sino que previamente debe participar del programa formativo de la empresa fabricante (Med-El), bajo el cual se realizan cirugías supervisadas. De este modo, luego de perfeccionar su formación y lograr un cúmulo de antecedentes exitosos, los profesionales son certificados y pueden comenzar a trabajar sin supervisión.