Cada partido de playoffs cuenta una historia diferente, y el cuarto juego de las Finales de la NBA no fue la excepción. Los Dallas Mavericks sorprendieron al mundo del baloncesto con una victoria arrolladora de 122-84 sobre los Boston Celtics en el FedExField de Landover, Maryland. Con esta victoria, los Mavericks evitan la barrida y envían un mensaje claro: aún no sonó la campana.
Luka Doncic dirigió con 29 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias y tres robos un monumental festival para aferrarse a la ilusión de convertirse en el primer equipo en dar vuelta un 3-0 en una final en 156 precedentes. Los Mavs se aferraron a sus opciones con una feroz reacción de orgullo en su campo ante unos Celtics que, tras 10 victorias seguidas en esta postemporada, dejaron una pobre imagen en su primer match point.
Los Mavericks tuvieron una ventaja máxima de 48 puntos y trituraron a unos Celtics que, a pesar de esta derrota, siguen de forma sólida al mando y podrán conquistar el título este lunes en el TD Garden de Boston. Con más de 30 puntos de ventaja, Doncic pudo descansar todo el cuarto período, una auténtica bendición para él, que arrastra desde hace semanas problemas de rodilla y en el pecho. Kyrie Irving completó la faena con 21 tantos, cuatro rebotes y seis asistencias.
Del lado de los de Joe Mazzulla, Jayson Tatum anotó 15 puntos, pero ninguno en la segunda mitad; Jaylen Brown, un hombre clave y considerado como posible MVP de la serie, no pasó de los 10, así como Jrue Holiday. La victoria de los Mavs nunca estuvo en duda y el coach, con la mirada puesta ya en el cuarto partido, decidió sacar de la pista a sus jugadores antes del final del tercer período.
<iframe width="640" height="360" src="https://espndeportes.espn.com/core/video/iframe/_/id/13786280/endcard/false" allowfullscreen frameborder="0"></iframe>
Esta victoria fue la tercera más abultada en la historia de las Finales NBA. El récord es de 42 y lo ostentan los Chicago Bulls de Michael Jordan, que arrollaron 96-54 a los Utah Jazz en las Finales de 1998.
La serie regresa al TD Garden para el Juego 5 el lunes 17 de junio, exactamente 16 años después del título conseguido por los Celtics en 2008. Boston buscará cerrar la eliminatoria, pero Dallas ha demostrado que no está dispuesto a tirar la toalla.