La idea es profundizar el programa Tribuna Segura e implementar un sistema de ingreso general a la cancha más completo. De llegar a un acuerdo, entre las tres partes, se estima que la medida podría implementarse en agosto de 2018, cuando se reanude la Superliga tras el Mundial de Rusia.

El problema que surge a priori es que Boca, River, Newell's y Rosario Central están en contra de la vuelta de visitantes. Las cuatro instituciones tienen todo el estadio abonado y no quieren tener problemas con sus socios. Además, quieren evitarse cualquier tipo de inconvenientes que se pueda generar al recibir parcialidades visitantes.

El resto de los equipos aceptan la idea, es especial los "chicos", que históricamente esperan recibir a las instituciones grandes por la recaudación, ya que representa una inyección de dinero muy importante para sus arcas. Sin embargo, varias canchas le cerrarían las puertas a los conjuntos que no acepten visitantes, algo que generaría resquemores y fricciones.

En una primera instancia, cada institución decidiría si quiere o no recibir visitantes y en qué partido. Sin embargo, no se descarta que este punto se modifique.