El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo hoy que él y su esposa Jill recibirán una tercera dosis contra el coronavirus y defendió que su país empiece a administrar más vacunas a personas ya inmunizadas, medida criticada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por la cantidad de donaciones que hizo a nivel internacional.
"Vamos a recibir las dosis de refuerzo", indicó Biden en una entrevista al canal ABC News difundida hoy, en un respaldo al plan anunciado ayer bajo el argumento de que la protección de los inoculantes disminuyen "con el tiempo" y ante el avance de la variante Delta.
"Ya es hora", añadió el mandatario, recalcando que él y la primera dama habían recibido la primera dosis a inicios de año.
Estados Unidos anunció que la vacuna de refuerzo estará disponible desde el 20 de septiembre para los estadounidenses que fueron inoculados con los fármacos de Pfizer y Moderna y que recibieron la segunda dosis hace al menos ocho meses.
Las nuevas recomendaciones abogan por priorizar además a trabajadores sanitarios, personas que residen en geriátricos y adultos mayores.
Biden tiene 78 años, por lo que podría entrar dentro de esta última categoría y estar entre los primeros en recibir una nueva inyección.
Esta medida es el mayor revés que recibe la exhortación de la OMS a los países ricos para que suspendan sus planes de una terceras dosis y donen esas vacunas a las regiones más atrasadas en sus campañas para lograr la meta de que al menos el 10% de la población de cada Estado esté inmunizada para fin de este año.
Estados Unidos ya administró cerca de 358 millones de dosis, casi cinco veces más que todo el continente africano, que aplicó hasta aquí unas 78 millones, de acuerdo con los últimos datos oficiales.
Sin embargo, Biden defendió la posición de su Gobierno: "Hemos donado más (vacunas) al resto del mundo que el resto del mundo junto".
"Estamos cumpliendo con nuestra parte", añadió al anticipar que Estados Unidos prevé alcanzar las 500 millones de dosis donadas antes de mediados de 2022.