Las recientes lluvias dieron un respiro al sector agropecuario argentino, especialmente al cultivo de soja, que ahora proyecta una cosecha superior a la estimada antes de las precipitaciones.
Según las últimas proyecciones contenidas en un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción de la oleaginosa será 1,7 millones de toneladas mayor a lo previsto, lo que marca una mejora significativa en las expectativas para la campaña agrícola.
El impacto positivo de las lluvias en la soja es evidente. En el caso de la soja de primera, el porcentaje de lotes calificados como "excelente", "muy bueno" o "bueno" aumentó del 65% en febrero al 90% en marzo.
Este cambio es particularmente relevante, ya que muestra una recuperación considerable en los cultivos que previamente habían sufrido los efectos de la sequía. Para la soja de segunda, la mejora fue aún más pronunciada, pasando del 19% al 73% en condiciones favorables.
Mejoras significativas en los rendimientos
Hace un mes, se preveía una producción de soja de 16,5 millones de toneladas en la región núcleo. Aunque la sequía y las altas temperaturas de enero dejaron pérdidas irreversibles en el cultivo, las lluvias han permitido recuperar reservas de agua esenciales para el llenado de granos de soja de primera y para el periodo crítico de la soja de segunda. Como resultado, la estimación de rendimiento aumentó en 4 quintales por hectárea, alcanzando ahora los 36 qq/ha (quintales por hectárea).
La región núcleo producirá, según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, 1,7 millones de toneladas adicionales, lo que elevará la cosecha total a 18,2 millones de toneladas. Aunque la cifra es alentadora, se espera que la producción final sea inferior a las expectativas iniciales, ya que, al inicio del ciclo agrícola, bajo condiciones climáticas normales, se anticipaba una cosecha de 19,2 millones de toneladas.
Desafíos climáticos siguen presentes
Las lluvias que cayeron en febrero y principios de marzo, combinadas con las altas temperaturas, fueron la receta ideal para el crecimiento y llenado de grano. Los técnicos zonales destacaron la notable recuperación de los cultivos en la región núcleo, especialmente en la soja de primera, donde el porcentaje de lotes en estado "bueno" o "excelente" subió 25 puntos en solo un mes, alcanzando el 90% del área sembrada.
Sin embargo, los especialistas advierten que la campaña sigue enfrentando riesgos. “El exceso de lluvias podría afectar la calidad de la soja de primera, mientras que una helada temprana podría golpear con fuerza a la de segunda", señalaron desde la BCR.
Estos factores climáticos siguen siendo una preocupación para los productores, quienes deben estar atentos a cualquier cambio que pueda comprometer los rendimientos.