"No puede pasar nada. No hay margen de error. Estamos inhibiendo todas las posibilidades de problemas". Con esas palabras, un funcionario del Ministerio de Seguridad le describió a <i>Clarín</i> las sensaciones que están viviendo en la previa del Superclásico. A cinco días de las elecciones nacionales, el operativo tiene que ser redondo. "Estamos ocupados en el tema", insisten. Y el principal foco de atención por estas horas es que el micro de River llegue sano y salvo a la Bombonera?.
Habrá 1.500 policías afectados a la custodia de la segunda semifinal entre Boca y River. Y un centenar de ellos tendrá la misión de acompañar al ómnibus visitante desde el Monumental -donde habrá un banderazo de hinchas millonarios- hasta el ingreso por Aristóbulo del Valle. La Policía de la Ciudad no quiere adelantar cuál será el trayecto para evitar una emboscada. Eso sí, se sabe que unas 50 motos en postas y de dos a cuatro patrulleros formarán parte del convoy que escoltará al vehículo de la empresa Vía Bariloche. También será acompañado por un helicóptero.
Como exigencia de los organismos de seguridad, al igual que sucedió con Boca, el bus estará especialmente acondicionado: será blindado y tendrá vidrios antivandálicos.
Todo será visualizado desde el Centro de Monitoreo Urbano, al tiempo que habrá drones sobrevolando la formación para no perderse detalle.
Habrá entre 180 y 150 agentes para evitar filtraciones de los 800 barras de Boca que tienen derecho de admisión. Entre ellos, Rafael Di Zeo y Mauro Martín, capo de la Doce. Los controlará el sistema Tribuna Segura.
Y a propósito de la hinchada, este es otro ítem del que están pendientes las autoridades. Más allá del micro de River, en los últimos días hubo mensajes inquietantes en un grupo de WhatsApp integrado por grupo cercanos a la barra.
"Quedan 90 minutos de guerra. Matar o Morir. El que no esté listo, que se quede en la casa, de la Boca no se van", reza la leyenda que acompaña una foto de varios hinchas colgados del alambrado.
"22/10 en La Boca. Pantallas gigantes para que el pueblo bostero cope toda la República de La Boca. Y para que entiendan que si nos siguen cagando de la Boca no se va nadie. Peñas, filiales, grupos del conurbano, movilicemos todo los bosteros y que entiendan que el 22 es Boca o Boca", consigna otro mensaje elocuente.
Tendrán que estar atentos, además, el fuego interno de la tribuna.