Uno viajó para cumplir y al otro se le empezaba a entremezclar la misma sensación. Que su destino es inexorable. Los números aprietan la cuerda, los mismos que hace algunas fechas atrás estrujaron el cuello de su rival para sacarlo del torneo. El partido se daba entre Crucero del Norte y River: el Millonario ya no pelea por nada en el torneo local, al tener lejos la cima y el Colectivero está al borde de perder la categoría (se salvó de descender esta fecha porque había perdido antes Colón).
En un estadio de Sarmiento de Resistencia (Chaco) repleto de hinchas neutrales que evidenciaron sin rodeo alguno su pasión por el elenco riverplatense, fue precisamente el visitante el que salió con mayores intenciones. Manejando el balón prácticamente desde el inicio, los de Gallardo eran los que generaban, aunque continuaban pagando su gran falencia del último tiempo: no generaba peligro. Por su parte, el local hacía lo que mejor le salía: defenderse bien. Tan pobre fue la etapa inicial que apenas si se pudieron contabilizar dos llegadas por bando, siendo sorprendentemente las más claras para el local.
Ya en el complemento el juego levantaría notoriamente. Es que River salió con una decisión mucho mayor, al punto que apenas a los dos minutos pegó el primer golpe. Aprovechando una distracción del Colectivero, que se quedó reclamándole al árbitro Andrés Merlos una falta de Leonardo Ponzio en el lateral, la visita inició una rápida contra que culminó con una exquisita habilitación de Sebastián Driussi para un Gonzalo Martínez que definió con mucha categoría y estampó el 1-0.
De allí en más, el local pareció desmoronarse por completo. Por su parte, River se hizo dueño del encuentro teniendo en su poder el mayor dominio del balón y recuperándolo con gran rapidez cuando no pasaba por los pies de algún jugador con camiseta blanca y roja. Sin embargo, también continuó preso de su mayor déficit: la definición. Si bien es cierto que el juez pudo haberle cobrado dos penales que le habrían facilitado mucho las cosas, el campeón de América no terminó encontrando los caminos para cerrar un partido que no le presentaba dificultad alguna.
Destacándose la muy buena actuación de un Javier Saviola que pareció encenderse con los rumores de su posible partida para disputar uno de los mejores partidos desde su vuelta y así buscar ser tenido en cuenta por el Muñeco, River terminó quedándose con la victoria que le permitirá al menos viajar con buenos ánimas hacia Ecuador pensando en la Revancha de la Copa Sudamericana ante Liga de Quito.