La espera llegó a su fin. Después de las fiestas, la pretemporada y las vacaciones la Superliga se reanudó con el duelo que protagonizaron Tigre y Banfield en el José Dellagiovanna. En menos de 90 segundos los de Victoria demostraron sus intenciones de revertir el pésimo semestre del año pasado y exigieron a Arboleda a través de la vía aérea. Fueron dos cabezazos en donde el colombiano tuvo que volar para evitar el prematuro gol. Desde temprano se percibía la mano del Lobo Ledesma.

La superioridad local era tan notoria que el Chino Luna logró abrir la cuenta a través de un penal. Desde los 12 pasos el experimentado delantero abrió la cuenta, pero 3 minutos más tarde el juego colectivo del Taladro sirvió para emparejar las acciones. Un centro pasado encontró la cabeza de Pablo Mouche, para que el ex Boca habilite a Darío Cvitanich. La tarde fue ideal para los referentes del área.

En el complemento los protagonistas bajaron la intensidad, y las acciones de riesgo se basaron más en la integridad física que en situaciones para llegar a la red. En el final tuvo que aparecer el máximo ídolo de los últimos tiempos del Taladro para que Banfield se quede con la victoria.

Fue otro penal sancionado por Néstor Pitana lo que le permitió a Cvitanich sellar el 2 a 1 para que los de Julio César Falcioni (quien observó el duelo desde una de las tribunas por su intervención quirúrgica) se ilusionen con mejorar la producción del semestre pasado y soñar con la clasificación a la Copa Libertadores.

Para los de Victoria, en cambio, fue un golpe que calará hondo, dado que no pudieron sumar y su presente en la tabla de posiciones es crítico. De gran primer tiempo, los del técnico debutante deberán quedarse con lo hecho en la primera etapa y mejorar lo de los segundos 45 minutos. Los promedios exigen resultados para no condenar su futuro en un posible descenso.