La gran victoria conseguida por la Libertadores ante Cruzeiro, con el pase a semis, fue todo un incentivo para este River, que también quería seguir prendido en el torneo local. Y en una semana redondita, con un Monumental colmado y de fiesta, el domingo se cerró con otra sonrisa para la Banda, que venció a Central por 2 a 0 para quedar a tres del líder San Lorenzo y avisar que está vivo para luchar también por el título doméstico. El Canalla hizo un buen partido, pero se quedó con las manos vacías y perdió el invicto.

Si bien el que sacó la ventaja en el primer tiempo fue River con el gran pase de Pisculichi para una mejor definición de Teo antes del cuarto de hora, el desarrollo fue súper equilibrado. Porque Central le jugó de igual a igual al local, siendo agresivo -especialmente por la izquierda- y generando situaciones, mal definididas o bien tapadas por Barovero, como a Nery Domínguez a los 25 minutos. Y el Millo, que a diferencia de otros partidos no fue siempre protagonista con la pelota, sufrió esos acercamientos. Ojo, también tuvo algunas como la que le tapó Caranta a Rojas en un mano a mano. Intermitentes en un marco jugado con dientes apretados y constantes roces. Hablando de roces, fue claro el penal que no le convalidaron a Ruben por falta de Funes Mori, quien le metió un codazo.

En el segundo tiempo, Central siguió apretando ante un River que nunca estuvo cómodo en cancha. El Canalla insistió e insistió ante el equipo de Gallardo, que resistió por una serie de intervenciones de Barovero -magnífica la que le tapó a Delgado a diez del final- y que se terminó quedando con los tres puntos también por las deficiencias del visitante a la hora de definir.

Sin el dominio de pelota, la más clarita estuvo en los pies de Teo, esta vez tapada por Caranta. La única de peligro en toda esa mitad.

River, luego de todo lo vivido por el ingreso de Aimar, Boyé cabeceó, la pelota dio en el palo y le quedó servida a Mayada, quien de pecho puso el 2 a 0 final.