La frustración de Franco Colapinto fue palpable tras su primer accidente en la Fórmula 1 y la rotura del Williams FW46. Al finalizar el Gran Premio de San Pablo, donde Max Verstappen (Red Bull) brilló con un triunfo magistral, los fanáticos argentinos se acercaron para brindarle su apoyo al piloto de 21 años, quien no pudo ocultar su desánimo. Después de más de una hora de aliento de la multitud, finalmente llegó el momento esperado de su encuentro con el público.
Colapinto emergió del hospitality de Williams alrededor de las 16 horas, acompañado por sus managers, Jamie Campbell-Walter y María Catarineu, así como su hermana Martina y miembros del equipo. Al ser avistado por los aficionados, recibió una ovación que se convirtió en un reconfortante reencuentro, un verdadero mimo al alma para el piloto. Resonó el cántico “olé, olé, olé, Franco, Franco” y aunque su estado de ánimo no era el mejor, se acercó a la multitud para agradecerles por el apoyo y el esfuerzo de haber viajado desde Argentina. Saludó a los aficionados, firmó autógrafos y se tomó selfies, mientras la gente lo alentaba con canciones.
Un día complicado en el circuito
A pesar de la calidez del recibimiento, Colapinto habría preferido un contexto más favorable tras su actuación en la carrera. El deportista tuvo un día difícil en el circuito paulista, comenzando con un despiste durante la clasificación que dañó su auto, aunque no le impidió correr. Su compañero de equipo, Alex Albon, sufrió un accidente más grave que lo dejó fuera de la competición.
En su debut bajo la lluvia en un auto de F1, Colapinto tuvo una actuación aceptable, avanzando desde el 16º puesto en la grilla. De hecho, llegó a superar a Lewis Hamilton (Mercedes) en una brillante maniobra en la famosa “S de Senna”. Sin embargo, su carrera se complicó en la vuelta 32, en medio de una estrategia cuestionable que incluyó dos paradas en solo cuatro giros.
Colapinto expresó su desacuerdo sobre el plan de carrera a través de la radio, comentando: “Paramos para tener las intermedias calientes. Estaba apretando en la vuelta de salida para mantener las temperaturas altas. Era inmanejable con las gomas intermedias”, dijo en una conferencia de prensa posterior a la carrera.
A pesar de las dificultades, Colapinto evitó entrar en polémicas sobre la estrategia de su equipo, afirmando que “ellos son los que la plantean y ellos, los que deciden”. Respecto al choque, explicó que “había un río muy grande y con las intermedias estaba inmanejable el auto en ese momento”. Ahora, el piloto argentino se enfrenta a un receso de tres semanas sin carreras, aunque con mucho trabajo por delante para prepararse para el Gran Premio de Las Vegas, programado para el sábado 23 de noviembre en el circuito callejero de la famosa ciudad de Nevada.