Franco Colapinto desarrolló esta madrugada de viernes en Argentina, las dos prácticas iniciales del Gran Premio de la Fórmula 1 en Las Vegas. Y no fue inmaculada la actuación del joven bonaerense. Por un lado, en la sesión inaugural recibió una bandera blanca y negra, de advertencia, por parte de los comisarios de pista, por haber pisado una línea blanca en el ingreso a la calle de boxes.
Pero en general anduvo prudente el chico de Pilar. Como debía hacerlo, después de romper dos veces el auto en el GP de San Pablo. Williams no da más de gastar dinero y esfuerzo en reconstruir coches y no había, no lo hay, margen para una reparación más de cierta magnitud. Colapinto fue cuidadoso y concluyó 17º en la primera tanda de ensayos, con una progresión marcada de mejora, y 18º en la segunda. En ambas, casi siempre navegando en la discreción de los puestos de retaguardia.
Ensayos
Un atenuante para Colapinto: la pista estaba muy fría. Al principio de la tanda inaugural andaba apenas por los 16 grados, y los espectadores padecían 14 en las tribunas. A pesar de la hora de rodaje de los 20 vehículos, al final hacía aun menos temperatura: 15° sobre el asfalto y 13,7° fuera de él. Registros inusuales para la Fórmula 1. Consecuencia de la decisión de correr de noche (18.30 y 22) en un desierto, y en otoño, para captar más audiencia estadounidense.
En ese contexto, con sumo cuidado para no dañar el FW46 reparado casi con lo justo –en tiempo y en dinero– por la escudería, debía moverse Colapinto. No tenía plafón para pasos en falso. Y salvo ese pequeño derrape –la pared cercana causó cierto susto–, no cometió errores el argentino en la primera hora de acción en Las Vegas. Es más: tomó sus recaudos. Dio más de un giro giros de instalación, antes de emprender uno rápido. Como para reconocer el terreno y calentar el caucho. En rigor, otros pilotos hicieron lo mismo; no era cuestión de estropear un coche apenas en los entrenamientos del fin de semana.
Más engomado pero más frío estaba el asfalto en la otra tanta de entrenamientos: 10° en el ambiente, 13° en la pista. Colapinto se situó en un temprano 4º lugar, a 1,2 segundos de la cabeza, pero la ubicación era tan provisional que el piloto de 21 años terminó lejísimos de la que finalmente ocuparía. Más tarde el pilarense dio una vuelta completa filmado por la cámara de su casco, la que más fielmente muestra la violencia de la conducción de un auto de Fórmula 1. En ese giro, recorrido con muy poco tránsito en toda el trazado, el argentino quedó a 1,758 segundos de la vanguardia, en el 11er puesto, a falta de 37 minutos para el cierre de la actividad.
Más tarde, cuando quedaban 22, se dio una mala noticia para Williams: el coche de Alexander Albon se quedó sin transmisión y detenido, cerca de una vía de escape, provocando una bandera roja, o sea, una suspensión de la tanda. La novedad no era buena para Colapinto: la escudería iba a contar con menos información sobre puestas a punto de los coches, o sea, menos aprovechamiento de los ensayos, menos claridad con miras a la prueba de clasificación (3 de la madrugada del sábado de Buenos Aires) y la carrera (3 del domingo).
Finalmente, el argentino quedó a 2,043 del primero, que resultó nuevamente Hamilton, ya mucho antes de que se terminara la sesión. Y a apenas un puesto de nada menos que Verstappen, que fue víctima de varias salidas de pista por excesos en las frenadas, uno de de los que más sufrieron en ese sentido. No le fue mejor a su compañero Pérez, que quedó justo detrás del muchacho de Pilar.
Declaraciones
No está sintiéndose cómodo en el trazado callejero. Y no porque sea callejero: en el de Bakú, cuando su segunda carrera, corrió muy bien y terminó en los puntos. “Está muy bueno Las Vegas. El show, la gente, las luces... Esa parte está buena. Pero la verdad es que la pista es medio aburrida. Mucho stop and go, mucho frenaje con curva de 90 grados. Parece un chancho dado vuelta la pista”, comparó el dibujo. Pero se guardó un margen para la esperanza: “Creo que las carreras van a estar buenas, porque tiene rectas muy largas. Hay que controlar bien las gomas, porque hace mucho frío; venimos de carreras en las que hacía calor y había que controlar las gomas por el sobrecalentamiento, y acá están tan frías que se forma graining [granulado] y se abren en tres curvas. Por suerte, tenemos información, pero hay que dar un pasito”.
Ya en el cierre de la charla con periodistas hispanohablantes, a Franco se le hizo una consulta inhabitual. “Si había olor a porro... Yo creo que si nos hacen [control de] doping ahora los pilotos, todos positivos. Te lo juro. Cuando demos todos positivo, quil...”, respondió con su sonriente naturalidad, aludiendo a vahos de marihuana en el ambiente.