La desesperación domina la escena ante la avanzada fiscal del Gobierno y el final del Fútbol Para Todos es una sentencia que aprieta las tesorerías de los clubes. Entonces, este fútbol resquebrajado se debate entre los tironeos de los dirigentes. <b>Y hay dos posturas tan disimiles que el conflicto se transformó en un laberinto. Mientras los clubes chicos de Primera División proponen una mesa de diálogo y los grandes acompañan, el Ascenso y el Interior piden la cabeza de Armando Pérez y sostener la representatividad de la Asamblea</b>.
"Si los clubes de Primera tienen síndrome de Estocolmo, es un problema de ellos. Las revoluciones se hacen con fuerza", sostuvo Daniel Ferreiro, vicepresidente de Chicago a cargo de la mesa de la B Nacional, en diálogo con Clarín. Y confirmó que <b>los dirigentes de las categorías menores y los miembros del Consejo Federal no asistirán a la reunión que la Primera convocó para mañana a las 17, en el predio de Ezeiza. Por el contrario, organizará un asado en Barracas Central, institución que preside Claudio Chiqui Tapia, otro de los líderes del Ascenso</b>.
<b>Lucha por sobrevivir</b>
Lejos de inquietarse por la situación que vivió la Federación Guatemalteca de Fútbol (FGF), cuya Asamblea no aprobó el estatuto propuesto por FIFA y fue penada con la suspensión, quieren elecciones en el corto plazo, con o sin reforma. <b>"En Guatemala quisieron ampliar la cantidad de miembros de la Asamblea de 25 a 71 y acá quieren reducirla de 75 a 35. Es una cargada", añadió Ferreiro</b>.
La estrategia del Ascenso está clara y es por la subsistencia de los clubes del interior. Según el acta que firmaron el viernes en San Juan, <b>cuentan con 45 votos. Son mayoría. Y están seguros de que inclinarán la balanza. Es más, están dispuestos a ir a la Justicia, si la situación lo amerita</b>.
<b>El "Plan de Salvataje"</b>
Enfrente, los clubes chicos jugaron su partido hace una semana, cuando se juntaron en un restorán de Puerto Madero. En ese cónclave diseñaron un "Plan de Salvataje", a cuyo borrador accedió Clarín. Bajo el lema de "una respuesta lógica, responsable y profesional para encarar la solución a los problemas del fútbol", consta de diez puntos.
En el documento se detallan las propuestas para deudas con AFIP y decreto 1212; deuda con AFA; Fair Play financiero; Derechos de TV; Venta de otros derechos (marketing); Superliga; Sociedades Anónimas; Seguridad; Reforma de estatuto; y elecciones en AFA. Los clubes quieren exponer su función social por encima del fútbol y de esa manera sostener el beneficio del decreto 1212/2013 gracias al que las instituciones pagan 7% en concepto de impuestos. <i>Apoyan la creación de la Superliga con una reducción "paulatina" de la cantidad de equipos en Primera División y piden que la AFA se encargue de comercializar los derechos de TV a través de cableoperadores, canales de aire y empresas de internet. Hasta ahora, no hubo ofertas conmovedoras. En especial, porque el multitudinario torneo no es competitivo ni atractivo para los inversores y porque el Estado exige la gratuidad del fútbol hasta 2019</i>.
<b>Fifa apoya a Pérez, pero nadie más</b>
"Si los dirigentes dicen que me quieren ver enterrado, es difícil conseguir apoyo", afirmó Pérez, quien recibió un espaldarazo de la FIFA, publicó <i>Clarín</i>. La multinacional de la pelota emitió un comunicado que remarcó que la Comisión Normalizadora que encabeza el presidente de Belgrano tiene entre sus funciones "revisar los estatutos de la AFA, armonizarlos y adoptarlos de conformidad a los requerimientos de FIFA". La firman Marcos Villegas, secretario adjunto, y Monserrat Jiménez, directora general de Conmebol.
Los clubes grandes, que se creen los dueños de la pelota y, cuyos presidentes se reunieron con el empresario Daniel Vila en la noche del lunes, <b>quieren que se reformen el estatuto para, una vez aggiornado, llamar a elecciones y luego armar el nuevo negocio del fútbol argentino</b>. También cuestionan a Don Armando, pero prefieren una salida elegante.
Todo lo contrario al <b>Ascenso y los clubes del interior que luchan ante los grandes por subsistir</b> y dan batalla despojado del miedo a las represalias, las exigencias de la FIFA y sin temor al fantasma de la desafiliación.