Sociedad  “Perdimos todo”, dijo la dueña

Circulaba con 1,99 de alcohol en sangre y se incrustó contra una fiambrería

El conductor de 40 años perdió el control en la esquina y terminó incrustado en una fiambrería que terminó con importantes daños. 

18 de Octubre de 2024
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En la madrugada de este viernes, un automovilista alcoholizado embistió a toda velocidad una histórica fiambrería de Chacarita, en la Ciudad de Buenos Aires, dejando a sus dueños devastados y con pérdidas millonarias.

 

El hecho ocurrió alrededor de las 4:30 am, cuando el conductor de un Citroën DS3 perdió el control en la esquina de Córdoba y Jorge Newbery, donde funciona “Don Cosme”, un reconocido comercio de quesos y fiambres y terminó incrustado en el local.

 

La fiambrería quedó completamente destruida. Heladeras, mostradores y mercadería quedaron reducidos a escombros. Las pérdidas económicas para la familia son incalculables.

Según el test de alcoholemia, el automovilista de 40 años, circulaba con 1.99 de alcohol en sangre, casi cuatro veces por encima de lo permitido. Además, el vehículo presentaba múltiples infracciones, incluyendo varias por exceso de velocidad y una por negarse a un control de alcoholemia.

 

Los bomberos debieron rescatarlo ya que estaba atrapado en el rodado y luego fue trasladado con politraumatismos al Hospital Tornú.

 

 

“Una explosión tremenda”

Eleonora, dueña del local “Don Cosme”, contó que tiene cuatro empleados y la tienda funciona desde 1972, siendo la fuente de ingresos de toda la familia.

 

“Estábamos durmiendo, nosotros vivimos arriba, escuchamos una explosión tremenda y no sabíamos qué había pasado. Fue un ruido tremendo. Empezó a sonar la alarma del local y mi marido me dijo: ‘Es la alarma’. Le dije: ‘No puede ser’. Nos asomamos y enseguida cayeron patrulleros, bomberos, y la verdad que es un desastre”.

 

“No sé a qué velocidad venía este señor, que lo vi, lo sacaron en camilla, estaba consciente. Lo que me hizo, lo que hizo a la familia, es un desastre. Esta es nuestra fuente de trabajo, no sé cómo vamos a hacer para salir adelante. Gracias a Dios no había nadie y fue a la madrugada, porque si hubiese sido de día, hubiese matado a un montón de gente. Se llevó toda la persiana y la marquesina puesta, pero la parte de atrás está bien”, precisó.

 

Aun en shock, la mujer contó que habían comprado mayor cantidad de mercadería que lo habitual debido a que este fin de semana es el Día de la Madre. “Tengo que abrir una ventana lateral para poder seguir laburando de alguna forma porque tengo que seguir viviendo, mis hijos tienen que seguir comiendo y tenemos que pagar todos los gastos que acarrea vivir”, lanzó. (Con información de La Nación y La Voz)