Centurión volvió a Italia, donde la semana pasada se había realizado la revisión médica con el Genoa. Fue cuando estaba a punto de firmar su contrato y recibió varios llamados de Guillermo Barros Schelotto. "Venite a Boca, no firmes", fue el pedido del DT. Centurión le hizo caso, regresó a la Argentina y tenía todo acordado para arreglar su continuidad.
Pero un nuevo escándalo, esta vez en un boliche de Lanús, cambió el escenario. Porque Daniel Angelici detuvo las negociaciones y, tras consultarlo con el Mellizo, decidió dar marcha atrás. "Nunca vi una cosa así. Guillermo es un ex jugador y no puede llamar a un futbolista con el que salió campeón y decirle que no firme un contrato en Italia y después bajarlo", disparó Alejandro Mazzoni, el representante de Centurión.
Fue el propio Mazzoni el que le había sugerido a Centurión dejar la Argentina para jugar en Italia. Una cuestión de necesidad. "Uno de los trabajos del representante es ayudar al futbolista a construir una carrera y consideré que este era un momento para jugar en un lugar tranquilo, alejado de mucha gente que le hace daño. Le dije que se equivocaba si volvía a Boca. El Genoa iba a ser deportivamente muy bueno para terminar de demostrar lo que ya mostró en Boca, que es un jugador de primera línea", explicó el lunes en TyC Sports.
Después de muchos claros y oscuros, la negociación se reflotó. Genoa pagará 5 millones de euros por el 70% de su pase al San Pablo. Atrás quedó la posibilidad de Lanús, de contratarlo a préstamo por seis meses. También la ilusión de los hinchas de Boca por verlo nuevamente con la diez en la espalda.