El ex futbolista Oscar Ruggeri hizo polémicas declaraciones acerca del descenso de River a la Primera B Nacional: "Lo mandaron a la B, no tengo dudas". El Cabezón defendió los colores del Millonario entre 1985 y 1988. Fue campeón de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental de 1986 como pieza clave del recordado equipo dirigido por Héctor Veira.
En el programa 90 Minutos (Fox Sports), Sebastián Vignolo y su equipo de panelistas dialogaban con el ex jugador de River Diego Buonanotte.
El actual volante ofensivo de Universidad Católica de Chile estaba contestando una pregunta sobre el descenso del Millonario a la segunda categoría del fútbol argentino, acontecido en junio de 2011 tras caer en la Promoción contra Belgrano de Córdoba. Por entonces, el nacido en Teodelina aún pertenecía al plantel Millonario aunque no era tenido en cuenta por el entrenador Juan José López.
El Pollo involucró a Ruggeri en la conversación. Y el Cabezón desarrolló su hipótesis. River, según él y varios en el mundo del fútbol, fue condenado a jugar en la Primera B Nacional luego de la discusión que mantuvieron Daniel Passarella, por entonces presidente del club, y Julio Humberto Grondona, mandamás de AFA.
"Lo descendieron. Boca y River no descienden. No tenés chances. Hay momentos que no se puede pelear, hay que dejarla pasar. Pero para mí, Passarella no lo supo manejar", dijo.
"Enojado no podés pelear. Passarella quiso demostrar que estaba por encima de la AFA. Fue alevoso lo del penal de Caruso. Era penal y expulsión para el jugador de Belgrano. Se terminaba el partido ahí. Fue muy raro. A mí no me lo sacan de la cabeza".
Ruggeri se refiere a un episodio ocurrido en 2011 luego de un Superclásico en la Bombonera. Esa tarde, Boca venció a River por 2 a 0 y casi que lo condenó a jugar la Promoción. Cuando el partido estaba empatado sin goles, el árbitro Patricio Loustau no cobró dos claros penales en favor del equipo visitante. Al otro día, Passarella fue a AFA y pidió la renuncia de Grondona.
Ese gesto, según Ruggeri, condenó al club que presidía el Kaiser. El Cabezón dijo que el fútbol sudamericano "está lleno de bandidos".