Carlos Bianchi suele ser reacio a dar entrevistas. Alejado hace algunos años de la actividad como director técnico, "El Virrey" evita los micrófonos, pero siempre es una referencia para analizar el fútbol argentino, sobre todo en tiempos tan convulsionados como los que corren.
"No me extraña nada de lo que pasa en el fútbol argentino y en el país. Voy a tener 68 años, ya he vivido todas las situaciones habidas y por haber", dijo al ser consultado sobre la crisis que vive el fútbol nacional, cuyos torneos no se han reanudado por el paro convocado por los futbolistas en reclamos por los salarios que adeudan muchos de los clubes.
Bianchi recordó la huelga de la que participó como futbolista en 1971, la cual los jugadores emprendieron para lograr un 20 por ciento de aumento en sus salarios y para quedarse con el 15 por ciento del monto de sus transferencias.
"No extraño al fútbol. Uno lo tiene que vivir con pasión cuando está adentro. Cuando no, hay que tratar de disfrutar de los momentos de la vida. Hay otras cosas además de eso que amamos, que es el fútbol. Lo primero para uno debe ser la familia. En el fútbol, de la manera en que lo interpretamos, hay cierto egoísmo, pareciera que no hay nada más importante", sostuvo el ex entrenador de Vélez y Boca, en diálogo con "A la izquierda del cero" por Radio Rivadavia.
Conforme con su presente, en el que se dedica casi en exclusivo a su familia, Bianchi se definió como "dueño de su tiempo". Sin embargo, deslizó que no está retirado de la dirección técnica: "Nunca digas nunca, pero me encuentro tan bien en este momento que solo pienso en disfrutar de mi tiempo".
Por otra parte, Bianchi aseguró que Lionel Messi es "el mejor de la historia" y elogió el trabajo que están haciendo como técnicos Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo, a quienes tuvo como jugadores en su exitoso paso por Boca.
"Son gente que quiero mucho, como a Román (Riquelme), y hablo con ellos muchas veces por teléfono. Tanto Guillermo como Martín esta haciendo una gran carrera como entrenadores", concluyó.