Aarón Mendoza, subdirector de Operaciones de los Bomberos Voluntarios de la República Argentina y miembro del cuartel de General Ramírez, fue uno de los dos argentinos seleccionados para participar en el prestigioso Seminario Latinoamericano de Gestión de Desastres en China. Este evento, organizado por la Embajada de China, convocó a 34 bomberos de toda Latinoamérica para capacitarse en la gestión de emergencias y desastres naturales, una experiencia que Mendoza calificó como “inolvidable” y enriquecedora tanto a nivel personal como profesional.

El bombero, que hace más de 20 años sirve en General Ramírez, fue elegido entre 180 postulantes de todo el país. Junto a su colega del cuartel de Villa María, Córdoba, Mendoza viajó a Beijing y Shenzhen, dos de las ciudades más representativas de China, donde se desarrollaron las capacitaciones y visitas técnicas. “Todo empezó con una invitación que llegó al Consejo Nacional de Bomberos de parte de la Embajada de China. Nos pidieron nuestros currículums y formularios, y poco después nos avisaron que habíamos sido seleccionados”, comentó, recordando cómo comenzó esta travesía de más de 19.000 kilómetros.

El proceso incluyó trámites rápidos gracias a la invitación oficial del gobierno chino. Mendoza relató que en pocas semanas obtuvieron las visas y los pasajes, y junto a otros dos bomberos de la Policía Federal, emprendieron el viaje hacia Beijing, con una escala previa en Francia. Una vez en suelo asiático, participaron en una intensa agenda de actividades y capacitaciones. “Tuvimos que adaptarnos rápidamente a una diferencia horaria de 11 horas. Fue un desafío, pero la organización del seminario fue impecable, desde la recepción hasta las actividades culturales que incluyeron visitas al Templo del Cielo y la Ciudad Prohibida”, explicó.

El seminario abarcó todo lo relacionado a la gestión de desastres naturales como tifones, terremotos, tsunamis y tormentas. Durante las jornadas, los participantes se sumergieron en clases teóricas y recorridos prácticos, donde observaron cómo China gestiona estas situaciones antes, durante y después de que ocurren. “Nos mostraron cómo abordan cada caso con muchísimos recursos humanos y tecnológicos. Ellos tienen una vasta experiencia en la gestión de emergencias y, si bien en Argentina trabajamos de manera similar, ellos cuentan con más herramientas y personal. Es impresionante la cantidad de dinero que destinan a este tipo de operaciones”, destacó el bombero entrerriano.

Entre los aspectos más llamativos, Mendoza mencionó la visita al Comando de Emergencias de Shenzhen, una ciudad de rápido crecimiento que ha pasado de ser una villa de pescadores a ser una de las ciudades más grandes del mundo en solo 44 años. “Shenzhen tiene 23 millones de habitantes. Nos alojaron en la Facultad del Sur, un lugar que parece una ciudad dentro de otra ciudad. Es un campus inmenso con 40.000 estudiantes, y nos movíamos en colectivos internos solo para los que integraban la universidad. Fue increíble ver esa infraestructura”, comentó.

Las tardes, luego de las 18, les daban un respiro en la ajustada agenda para explorar las ciudades de Beijing y Shenzhen. Sin embargo, Mendoza aclaró que en China el ritmo es diferente: “Por más que era verano, a las 18 ya cenaban, así que teníamos que adaptarnos a esos horarios”. Durante los paseos, debieron enfrentar el desafío del idioma, aunque contaron con traductores y aplicaciones móviles para ayudarse. “Nos arreglábamos con un poco de inglés, traductores en el celular y muchas señas. Los letreros estaban en chino, pero en muchas ocasiones también traducidos al inglés, lo que nos facilitaba movernos en el metro o en las calles”, añadió.

La experiencia no solo enriqueció su conocimiento sobre la gestión de emergencias, sino también su comprensión de la cultura china. Mendoza se sorprendió por varios aspectos del día a día en el país asiático. “Me llamó la atención que no consumen casi nada de harina de trigo ni azúcar. Y algo que me impactó mucho fue la tranquilidad en las calles. No hay ruido, los autos son eléctricos y parece que hay una legislación muy estricta sobre la contaminación sonora. Caminábamos por las avenidas y podíamos hablar en voz baja, algo que en Argentina sería impensado”, resaltó.

El viaje incluyó largas horas de vuelo. Desde Argentina a Francia fueron 13 horas, y luego otras 11 hasta Beijing. En su regreso, hicieron un recorrido similar con una escala de siete horas en París, lo que les permitió conocer algunos de los lugares más icónicos de la capital francesa, como la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo. “Fue un viaje largo y agotador, pero lleno de aprendizajes. Aprovechamos la escala en París para conocer un poco de la ciudad, lo cual fue un bonus en esta experiencia increíble”, concluyó.

Ya de regreso en Argentina, Aarón Mendoza está decidido a compartir los conocimientos adquiridos en China con sus colegas del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) y el equipo de Coordinación Única de Operaciones (CUO) de Bomberos. “Hemos estado en contacto desde China con el equipo aquí en Argentina para coordinar y ver qué podemos aplicar de todo lo que aprendimos allá. Sin duda, esta experiencia nos permitirá mejorar en muchos aspectos de la gestión de emergencias en nuestro país”, aseguró.

En diálogo con UNO, Mendoza expresó su satisfacción por haber sido parte de esta capacitación internacional y destacó la importancia de seguir formándose para enfrentar de mejor manera los desafíos que imponen las emergencias y desastres naturales. “Esta oportunidad me abrió los ojos a nuevas formas de trabajo y me permitió ver lo mucho que podemos mejorar en Argentina. Estoy muy agradecido por esta experiencia”, concluyó.