En un encuentro parejo y con poco desequilibrio, Boca se quedó con la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana superó por 1-0 a Cerro Porteño gracias al gol en contra de Víctor Mareco a los 37 minutos del segundo tiempo.
El Xeneize salió con la cancha con la intención de acorralar a su rival, pero rápidamente chocó contra una ordenada defensa del rival y contra su propia carencia de ideas. Los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena dominaban el trátime del juego a partir de la tenencia el balón, pero una vez alcanzados los tres cuartos del terreno, las jugadas se diluían sin mayor peligro.
Las insinuaciones llegaban por el sector derecho, principalmente con los desbordes de José Fuenzalida, quien en varias oportunidades llegó hasta al fondo y envió el centro para los delanteros que no pudieron aprovechar las asistencias.
Por su parte, Cerro Porteño esperó con tranquilidad la posibilia de un contrataque que nunca llegó. Las transiciones fueron lentas y no pudieron capitalizar los retrocesos defectuosos de la defensa local. Prácticamente el conjunto paraguayo no pateó al arco, salvo por remates desviados que ni siquiera requirieron la intervención de Agustín Orión.
En el complemento, la temática del partido fue la misma. Pocas acciones por parte de Boca y un equipo paraguayo que se conformaba con la igualdad sin goles. Faltando 20 minutos, el conjunto argentino comenzó a subir paulatinamente el rito y con Andrés Chávez tuvo la posibilidad de abrir el parcador. Primero quedo cara a cara con el arquero Diego Barreto, que achicó bien en el vértice del área chica. A los 77, enganchó dentro del área y remató cruzado de derecha por arriba del travesaño y pocos minutos después probó desde larga distancia.
Cuando parecía que el partido se moría, Nicolás Colazo desbordó por derecha, tiró el centro atrás ante una apresurada salida del portero de Cerro Porteño y Emmanuel Gigliotti, tras un taco fallido y con ayuda del defensor Mareco que desvió el balón, convirtió el 1-0 definitivo.
En la jugada siguiente, Rodolfo Gamarra encaró por izquierda, quedó cara a cara con Orión y lo eludió, pero cuando tenía el arco a su merced, se resbaló y desperdicio una situación única para haberse llevado a Paraguay el empate con gol de visitante.
Con este resultado, Boca visitará Asunción con la tranquilidad de tener la victoria y sabiendo que de convertir algún gol, obligará a si rival a ganar por dos de diferencia.